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5
6,2
5.953
Comedia. Drama
Don Henderson, un ejecutivo de una importante cadena de restaurantes de comida rápida de California, tiene que resolver un grave problema: averiguar cómo y por qué la carne de las hamburguesas más famosas de la empresa está contaminada. Abandona entonces su cómodo despacho para adentrarse en el mundo de los mataderos. Adaptación del libro de Eric Schlosser, que estuvo entre los best-sellers de las listas del New York Times. (FILMAFFINITY) [+]
29 de noviembre de 2008
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tal es el subtítulo de la película, y yo me pregunto: ¿Qué tan engañados estamos? Todos sabemos, que a esta clase de comidas se las denomina “chatarras” y sin embargo miles de personas la siguen consumiendo.
Cuando vi el título y la gráfica de la película, temí encontrarme con una película comercial, banal e insensata como “Super Size Me”, pero me equivoqué. Esta película, a diferencia de aquella, intenta hacer una denuncia seria, pretende revelar no sólo la naturaleza de lo que consumimos, sino también las condiciones laborales a las se someten a los inmigrantes que cruzan la frontera en busca de una “mejor calidad de vida” Pero se queda corta…
Richard Linklater cuenta con un amplio abanico de géneros en su filmografía, se arriesga continuamente, y esta vez no fue la excepción, hacer una película con contenido político siempre connota un riesgo, pero la acusación que lleva a cabo en este film se hace de una manera muy desordenada.
El guión fue efectuado en conjunto entre él y Eric Schloesser, escritor del libro en el que se basa el film. Pese a ello, sólo se capturan apenas algunos detalles del libro. La película no escarba tan allá, y en lo poco que sí indaga, exagera, se estanca, y aburre...
No conmueve.
Cuando vi el título y la gráfica de la película, temí encontrarme con una película comercial, banal e insensata como “Super Size Me”, pero me equivoqué. Esta película, a diferencia de aquella, intenta hacer una denuncia seria, pretende revelar no sólo la naturaleza de lo que consumimos, sino también las condiciones laborales a las se someten a los inmigrantes que cruzan la frontera en busca de una “mejor calidad de vida” Pero se queda corta…
Richard Linklater cuenta con un amplio abanico de géneros en su filmografía, se arriesga continuamente, y esta vez no fue la excepción, hacer una película con contenido político siempre connota un riesgo, pero la acusación que lleva a cabo en este film se hace de una manera muy desordenada.
El guión fue efectuado en conjunto entre él y Eric Schloesser, escritor del libro en el que se basa el film. Pese a ello, sólo se capturan apenas algunos detalles del libro. La película no escarba tan allá, y en lo poco que sí indaga, exagera, se estanca, y aburre...
No conmueve.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Muestra situaciones ilógicas como, por ejemplo, cuando vemos a una mujer que es explotada laboral y sexualmente que es sometida a un mundo de drogas y perdición, y al instante vemos cómo está recuperada de un momento a otro y que termina aconsejando a su hermana a la que antes no escuchaba. Hay otras situaciones que podrían haberse explotado un poco más, como por ejemplo el caso de los jóvenes activistas. Es tanto el afán de Linklater de criticar distintos hechos que se enreda en los mismos y se olvida de tratarlos como corresponde.
Los personajes están muy estereotipados. El protagonista, es un personaje aburrido, inocente, “justiciero”, en fin… la típica interpretación idealista del hombre americano, refiriéndome al hombre estadounidense, y no a lo que significa “americano” en realidad. El único personaje realista, con el cual uno puede llegar a entenderse, es el personaje que lleva a cabo Bruce Willis, el cual afirma que en toda carne que consumimos puede haber algo de materia fecal.
Por otra parte, el film se deshace en metáforas morbosas y obvias, como la comparación que se hace de los mexicanos con las vacas del matadero – comparación ya vista por Eisenstein. También son muy obvios los “mensajes implícitos” tales como los carteles que velan por la seguridad de sus empleados y por la restricción al uso de drogas.
Es una pena que un tema tan controvertido haya quedado tan vacío, es increíble que el realizador de esta película se trate de aquél mismo Linklater que sorprendió con “Waking Life” Aunque tenía mis temores por la temática de la película, esperaba mucho más de este director.
La película intenta ser honesta y es irónica pero, a su vez, es un film exagerado que intenta hacer una denuncia, que me parece justa, pero que queda en la nada…
Los personajes están muy estereotipados. El protagonista, es un personaje aburrido, inocente, “justiciero”, en fin… la típica interpretación idealista del hombre americano, refiriéndome al hombre estadounidense, y no a lo que significa “americano” en realidad. El único personaje realista, con el cual uno puede llegar a entenderse, es el personaje que lleva a cabo Bruce Willis, el cual afirma que en toda carne que consumimos puede haber algo de materia fecal.
Por otra parte, el film se deshace en metáforas morbosas y obvias, como la comparación que se hace de los mexicanos con las vacas del matadero – comparación ya vista por Eisenstein. También son muy obvios los “mensajes implícitos” tales como los carteles que velan por la seguridad de sus empleados y por la restricción al uso de drogas.
Es una pena que un tema tan controvertido haya quedado tan vacío, es increíble que el realizador de esta película se trate de aquél mismo Linklater que sorprendió con “Waking Life” Aunque tenía mis temores por la temática de la película, esperaba mucho más de este director.
La película intenta ser honesta y es irónica pero, a su vez, es un film exagerado que intenta hacer una denuncia, que me parece justa, pero que queda en la nada…