Pues sí, me ha resultado hipnótica, subyugante. Algo que sólo sucede con el CINE de verdad; por eso lo escribo con mayúsculas, por respeto. Parece mentira que tenga 30 años..
La producción es magnífica, plagada de pequeños detalles para conseguir la asfixiante atmósfera que impregna a toda la película. Es un ejemplo de que el dinero sin ideas no sirve para nada.
La dirección hace un soberbio despliegue de CINE. No tiene desperdicio. Cada plano cada secuencia son provocadoramente atractivos a pesar de su dureza y amargura. A lo que hay que añadir una dirección de actores espectacular, en la que gestos y miradas emocionan, conmueven y perturban.
La historia es aparentemente simple, un lugar vacío y desierto en el que no hay nada que hacer. Por ese lugar va transcurriendo la vida de las personas, adolescentes y adultos, cada vez más sometidos a sus pasiones primarias y, sin maldad, al margen de las convenciones sociales. Aislados y apartado del mundo están destinados a vivir así; asfixiados como una tribu de monos.
Los actores, magníficamente dirigidos, de una naturalidad pasmosa, están impresionantes. Todas las interpretaciones son contenidas, como a cámara lenta, sin prisas; nada de las exageraciones a las que estamos acostumbrados y ni mucho menos a los interminables primeros planos con cara dolor de hígado; destilan sentimientos y emociones..