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Voto de Stephen De Niro:
9
Intriga. Thriller. Cine negro Inspirada en la novela homónima de Patricia Higsmith. Durante un viaje en tren, Guy, un joven campeón de tenis (Farley Granger), es abordado por Bruno (Walker), un joven que conoce su vida y milagros a través de la prensa y que, inesperadamente, le propone un doble asesinato, pero intercambiando las víctimas con el fin de garantizarse recíprocamente la impunidad. Así podrían resolver sus respectivos problemas: él suprimiría a la mujer ... [+]
14 de mayo de 2010
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuestión de horas fue que Hitchcock comprara los derechos de la novela de Patricia Highsmith, dando muestra de que había buena materia prima.

Nos muestra una temática muy del gusto del maestro del suspense, la del falso culpable. En esta ocasión, Guy (Farley Granger) un joven tenista famoso conoce a un excéntrico admirador suyo, Bruno (Robert Walker), que sabe al pie de la letra su vida y que propondrá un maquiavélico plan: él matará a la esposa del tenista, ya que no puede casarse con su actual pareja puesto que su esposa no le concede el divorcio, y Guy deberá matarle a su padre, al que odia Bruno. Un crimen perfecto. Un intercambio de favores en toda regla al que Guy no le dio importancia, lo que tendrá consecuencias fatales.

Bruno le acechará constantemente, se convertirá en su pesadilla. La presencia del admirador nos mantiene en tensión durante toda la obra, ya que Hitchcock tiene la habilidad de meternos en el personaje de Guy desde el comienzo, sentimos su angustia, reflejándonos el infortunio aleatorio que se puede sufrir, adentrándonos en nuestros miedos.

Robert Walker interpreta majestuosamente el papel de hombre que no está en sus cabales, frío, buen orador, calculador, retorcido, inteligente y sin escrúpulos, se irá introduciendo poco a poco en la familia del tenista, presionándolo para que mate a su padre y finalmente con gran habilidad intentará hacerlo culpable. Por momentos empatizaremos con el malo, otro logro más que apuntar al directo.

Guión a la altura de una gran obra, coherente, con diálogos inteligentes, no sobrará ni una sola palabra, lo que muestra una vez más que Hitchcock es un enamorado de la narración visual, te expresa más lo que quiere transmitir con imágenes que con palabras. Nos deleita con el uso de las sombras y con multitud de planos diferentes de excelente ejecución, que le otorgan gran calidad al film y lo hace aumentar en tensión, intensidad e intriga. A destacar la escena del asesinato que comete Bruno que lo vemos mediante el reflejo de las gafas de la víctima.

La última media hora es de infarto, la tensión aumenta correlativamente, y el final en el parque de atracciones montados en el tiovivo es ingenioso. Como consigue transmitirnos la angustia en un inocente parque de atracciones, con efectos especiales muy conseguidos para la época, ya que el tiovivo comienza a aumentar la velocidad hasta que se rompe.

Grandiosa obra del suspense, una joya de obligatoria visión que seguro que gustara a todo tipo de público, al que los años le sientan cual vino caro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Stephen De Niro
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