En la presentación de esta película en el Festival Sitges’09, los directores aclaran con acierto que no se trata de una película de zombis, sino que sin infectados, gente infectada por un virus que les mata, pero que no provoca que mate a los demás.
Buena película que trata el tema tan actual, de la infección de un virus, gracias a la gripe porcina, pero que en este caso si se trata de una autentica pandemia que está acabando con los habitantes del planeta.
Los 4 protagonistas de esta película comienzan el film circulando por una carretera, como quien se va de vacaciones. No el virus no está a punto de estallar, ni tampoco van de fin de semana, sino que están huyendo de la civilización para no infectarse del virus e intentar sobrevivir. De repente se cruzan con un coche en medio de la carretera que les pide ayuda, gasolina para continuar su camino. Se trata de dos infectados, el padre que lleva a su hija a un hospital donde dicen, tienen un suero que puede curar la enfermedad.
Este es el inicio de la película, en la cual los 4 personajes protagonistas, son estereotipos de este tipo de películas. Un chico malo, que no piensa en nadie, egoísta, chulo, alocado, la novia, con espíritu maternal, que no quiere dejar a la niña morir, el hermano, que es el bueno de la familia, el decente que no ha roto un plato en su vida y le preocupan los demás y la amiga, que él quiere que sea su chica, pero que no le hace mucho caso, pero se sirve de él para manipularlo y conseguir sus objetivos.
Al contrario que otras películas del género, no salen los americanos grandes ellos para salvar el mundo, ni tampoco son los malos de la película, no sale ni la armada, ni el gobierno. Esta es una historia de personajes, que sucede en América, pero que se podría trasladar a cualquier parte del mundo.
“Carriers” es una película que huye de lo habitual, para adentrarse en los personajes, en la forma que cada uno tiene de vivir esta situación. Una historia en la cual lo sentimental y lo cerebral, deben ir por caminos opuestos. Esta es una película sin la acción habitual en el género, casi de autor, en la que si que meten un par de momentos para asustar, y sabéis algo inesperado ayudado por un excesivo alto nivel de efecto de sonido.
Probablemente esta película sería muy diferente de haberla hecho por directores americanos, pero que gracias al buen hacer de los españoles Alex y David Pastor, y a la producción americana que hay detrás, y les han dejado hacer, coge otro camino, más ligado al drama que a la acción o incluso que al suspense.