Una recreación sobria y en blanco y negro de los primeros cincuenta en un polvoriento y escuálido pueblo de Texas.
Unos adolescentes o jóvenes que tienen poco en la cabeza y unas vidas aburridas y primarias. Una película triste, deprimente, pero muy bien hecha.
Y siempre es agradable ver a Bottoms o Bridges cuando eran chavales hacia casi medio siglo.
Es verdad que el guión se pierde a veces por carente de ritmo, porque es difícil llevar tantas historias a la vez, pero en conjunto es un acierto.