La mejor de esta serie es que se va apoyando en Confesiones, del mismo Agustín, la primera autobiografía que se conoce y fue la única durante siglos.
Algunas de las escenas más emotivas se calcan de las mismas palabras de él, que era un grandísimo escritor.
En atención a esto se perdona algunas licencias que el guión se permite, sobre todo en el tiempo de los estudios y profesión en Cartago, de lo que no se sabe mucho. Lo mismo sobre la mujer con la que se juntó, a la que se le da nombre, aunque no lo sabemos. O los episodios en la corte de Milán. O los de la defensa de Hipona, pero había que armar ha historia y el resultado es creíble.
Los actores cumplen, en especial Monica Guerritore como santa Mónica, Andrea Giordano como Ambrosio y Franco Nero como el Agustín anciano
Es además una buena producción, bien ambientada y un muy digno vestuario.
Para alguien lector desde siempre de casi la obra completa de san Agustín, como es mi caso, la película no defrauda, aunque al Agustín adulto siempre lo imaginé más “racial” que este Alessandro Preziosi, de cándidos ojos azules.Agustín era más temperamental, más tajante, tanto cuando se equivocaba como cuando estaba en lo justo.
Eso lo reflejo mejor Franco Nero.