El personaje de Drácula, creado por Bram Stoker, es, en mi opinión, el mejor entre todos los del ámbito del mundo del terror creados por la imaginación humana. Dicho esto, la interpretación que del conde hace Lugosi, me parece de las más burdas y poco creíble de las que se han llevado a la gran pantalla. Muy lejos está, desde luego, de las de Cristopher Lee, mucho más elegante, mucho más terrorífico; no digamos ya, de la de Gary Oldman en la de Coppola.
La de Browning es una película carente de ritmo, llena de sobreactuaciones, de gestos histriónicos, más cerca de la expresividad del cine mudo; en cualquier caso, Bela Lugosi no es creíble como Drácula ni por asomo. Si tuviera que salvar alguna de las actuaciones, tampoco sin tirar cohetes, sería la de Van Helsing, llevada a cabo por Van Sloan.
Película carente de tensión y sumamente atropellada, hasta el punto de darle un final que es un auténtico desastre, debido a su aceleramiento y carencia de clímax alguno. Busquen un Drácula descafeinado y en Lugosi tendrán al máximo exponente.