Me ha parecido de lo mejorcito en producción española últimamente. Fabulosas las interpretaciones y el ritmo de la serie.
Hasta en ocasiones se me ha hecho hasta corta. Roberto Gutiérrez está sublime como el "Baby" y el de Pol López como Trashorras es que es su viva imagen.
Se merece la mejor nota por haberme mantenido en vilo en todo momento, aunque la historia la conozcamos pero es como ver ese preámbulo de un horror que nunca quisimos que ocurriera. Los hermanos Sánchez-Cabezudo se han lucido con esta producción y se merecen un enorme precio que les reconozcan.