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España España · MADRID
Voto de VALDEMAR:
7
Cine negro. Intriga Un agente de la policía de narcóticos (Heston) llega a la frontera mexicana con su esposa justo en el momento en que explota una bomba. Inmediatamente se hace cargo de la investigación contando con la colaboración de Quinlan (Welles), el jefe de la policía local, muy conocido en la zona por sus métodos expeditivos y poco ortodoxos. Una lucha feroz se desata entre los dos hombres, pues cada uno de ellos tiene pruebas contra el otro. (FILMAFFINITY) [+]
5 de febrero de 2011
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un plano secuencia que es la bomba.

Nos montamos en la grúa y llegamos a la frontera. Luces, sombras y… pero oiga, usted no es mejicano, es Charlton Heston.
-Pues sí, pero ¿a que así, disfrazado de latín lover, estoy muy atractivo?
Si, francamente. Con ese bigotillo y en plan descamisao, está usted pa mojar pan.
-Gracias. Bueno, me voy a lo mío, que estoy esperando a un señor muy importante.
Vaya, pues. ¡Anda! Java el Hutt.
-Perdone, se equivoca. Soy Orson Welles.
Disculpe. No le había reconocido, con esa pinta de zampabollos.
-Me encanta el dulce, sí. ¿Y a usted qué? Déjeme trabajar, carajo.
Me voy a ver qué hace la mujer del mejicano, que parece que se va a meter en líos. Señora Vargas, no debería usted de hospedarse en moteles, que le traen muy mal fario.
-Son exigencias del guión, ¿qué quiere que le haga?
Cuídese y no se meta en líos, no vayamos a tener un disgusto. ¿Y éste que viene por aquí con ojos de pirado?
-Soy el sereno.
Pero parpadee, hombre, que da usted miedo.
-Soy el sereno.
Pues no parece usted muy sereno. Y baje la música, que aquí no hay quien duerma.

Suena una pianola. La dueña del instrumento asegura que “es tan vieja, que resulta moderna” No le falta razón, pero… leñe. Usted tampoco es mejicana, es Marlene Dietrich.
-Ya, ya.
¿Y por qué no mueve usted la cara?
-¿Para qué?
Y yo que sé, señora. La gente cuando habla mueve los labios, pero si usted se apaña así, a mí me parece bien. Me voy a buscar al Señor Welles.

Mire, perdone que le moleste de nuevo, pero tengo que decirle una cosa: Méjico está lleno de mejicanos e, incluso, algunos son actores. No me he creído nada de su película y, sin embargo, me ha encantado… no lo entiendo.
-Esa es la magia del cine, no trate de entenderlo.
VALDEMAR
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