Tras unos cuantos años en que las pelis de artes marciales (u ostias) estaban de capa caída (tras Van Damme, últimamente ahora hay mucho efecto especial y mucha mierda, no molan las pelis tanto) tenemos esta pequeña joya tailandesa.
Vayamos al grano, ¿porque está bien esta peli? No por su guión desde luego, pero tampoco es horrible. Tampoco por su fotografía, que tampoco está nada mal.
Principalmente por sus OSTIAS. Si amigos, reparten ostias como panes. La primera ostia de la película te quedas diciendo "Dioooos". Las peleas son divertidísimas, las coreografías estupendas. Tiene alguna que otra persecución bastante divertida. El actor, bueno, tiene cara de pan pero cumple su cometido de dar palos con gran estilo. Le acompañan un par de chinorris bastante graciosos que suplen el poco salero del protagonista y le dan un poco de historia a la peli.
Si os gustan las artes marciales u ostias no os la perdáis.