El escenario, Notting Hill, un barrio londinense, como lo preanuncia el epígrafe del film. Allí un modesto señor (Hugh Grant) se desempeña en una librería de viajes, por lo que quienes lo consultan por alguna literatura calificada son derivados a otras personas realmente más autorizadas. Incidentalmente, conoce a una actriz que ganó quince millones de dólares por su última película y, contra todos los pronósticos economicistas, el film alude a un caprichoso Cupido que trastoca todos los planes y se contempla -explorativamente- la posibilidad de un intercambio efusivo más allá de las barreras sociales y financieras. El film es aceptable, no es igualmente homogéneo en todos sus fragmentos en cuanto al interés que despierta, pero un humor sobrio, más las actuaciones estelares -junto a las de reparto- contribuyen a su eficacia global. Mención aparte merece el tema central de Elvis Costello que es un digno broche de oro a esta comedia.