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Voto de Ghibliano:
10
Good Morning (C)
2008 Japón
Animación
6,3
1.127
Animación. Fantástico Una joven se levanta de la cama y medio dormida trata de despertarse a sí misma. Último de los quince episodios que forman la serie de cortos de historias independientes Ani*Kuri, dirigidos por reconocidos directores y animadores japoneses con un único punto en común: la duración de sus obras no podía superar los 60 segundos. (FILMAFFINITY)
31 de diciembre de 2011
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
El proyecto "Ani*Kuri15", aunque terminó siendo una propuesta excesivamente irregular, se gestó como un interesantísimo desafío a unos autores acostumbrados a una narración con menos limitaciones. El reto era, simplemente, contar una historia lo mejor posible en un minuto.

Hubo quienes pasaron de complicaciones y contaron un chiste animado. Otros hicieron un trailer. Y otros intentaron resumir al máximo un argumento, con resultados desiguales.

Sin embargo, el cortometraje dirigido por Satoshi Kon opta por otra vía. Ya que no hay tiempo para contar una historia de manera decente, lo que hace es mostrar una idea sencilla. Y punto. No hay sucesos traumáticos con un sentido de la continuidad, no hay una situación resumida... simplemente se trata de una mujer que se desdobla en el momento de despertar.

Kon no hace ningún esfuerzo especial, de hecho se diría que le sobran segundos y se puede recrear en lo perturbador de su idea un poco. No nos explica quién es la chica, en qué situación está, por qué se desdobla. Haciendo gala de su conocida ambigüedad narrativa, confía en la capacidad de evocación de esa idea para que el espectador se monte su propia película. Y vaya si lo consigue. De todos los cortos recopilados, éste es, con una amplísima diferencia (sólo se acerca el de Makoto Shinkai), el más redondo y memorable. El único, bajo mi punto de vista, que deja poso después de verlo y con el que vale la pena hacer el esfuerzo de interpretar.

Por eso, le pongo un 10. Como todo lo que hizo este autor, es un modelo a seguir. Un ejemplo espectacular de adaptación a los límites narrativos del formato que, además, mantiene muchas de las cualidades del Satoshi Kon que conocemos a través de sus obras más largas, tales como el estilo detallado en los rasgos físicos de sus personajes, la mezcla de realidad y secuencias oníricas y la ya comentada ambigüedad en la interpretación metafórica de lo que sucede.
Ghibliano
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