Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Ghibliano:
8
Drama En el Japón feudal del s. XII, durante un intento de rebelión, una dama de la corte se hace pasar por la hermana del emperador para que ella pueda escapar con la ayuda de un fiel samurái. Tras fracasar el intento de asesinato, el samurái le pide al emperador como recompensa que le permita casarse con ella. Éste accede, ignorando que la dama ya está casada. Pero el hombre no cederá en su empeño. (FILMAFFINITY)
2 de julio de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ganadora de la Palma de Oro en el festival de Cannes de 1954, "La puerta del infierno" ostenta el curioso honor de ser la primera película japonesa en color estrenada en el mercado occidental. Encuadrada en la llamada segunda edad de oro del cine japonés, que se prolongó durante toda la década de los 50, la obra fue recibida con gran entusiasmo por la crítica contemporánea. Con el tiempo, el descubrimiento de títulos emblemáticos de Kurosawa, Ozu o Mizoguchi terminó relegando a este filme a un segundo plano.

La obra, ambientada en el Japón feudal, centra su trama en la obsesión de un samurái por tratar de conquistar el corazón de una mujer casada. Tras un encuentro fortuito durante la guerra, Moritoh se enamora de la joven Kesa, y al término de ésta pide su mano como recompensa a su lealtad, sin saber que ella ya está casada con un samurái de rango más alto. Ante la imposibilidad de anular este matrimonio y la insistencia de Moritoh, el Emperador le propone tratar de convencer a su amada, pero al no obtener la respuesta deseada, sus métodos se vuelven gradualmente más violentos e intransigentes. De este modo Moritoh se adentra en un proceso de degradación personal que le lleva a traicionar sus principios, convirtiéndose en objeto de burla y enfrentándose a sus compañeros, y arrastrando a Kesa a un conflicto terrible del que no desea tomar parte. Durante la película se exploran conceptos como el amor no correspondido, el orgullo y la rectitud moral, y se pone énfasis en las tradiciones y códigos de conducta, así como en un cierto conflicto de clases provocado por la pertenencia de Moritoh a un estrato social más bajo que el de Kesa.

Con todo, no es en el plano argumental donde se encuentra el aspecto más destacable del filme, sino en su asombrosa recreación visual. Las composiciones fotográficas de Kohei Sugiyama, con su hermosa combinación de iluminación y colores, convierten a "La puerta del infierno" en una obra de gran belleza plástica que inunda cualquier fotograma, destacando en especial aquellos que se centran en resaltar la presencia serena e inaccesible de Kesa, pero sin olvidar los hermosos planos nocturnos a la luz de la luna o el desfile de tonalidades brillantes en el que se convierten las reuniones de samuráis. No es de extrañar, pues, que la película haya sido considerada unánimemente por la crítica como uno de los grandes hitos del uso del color en el cine japonés. Sus imágenes a día de hoy no han perdido ni un ápice de su potencia y capacidad de asombro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ghibliano
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow