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Voto de Ghibliano:
2
4,1
14.018
Fantástico. Terror. Thriller
Dios ha perdido la fe en el ser humano, así que ha decidido enviar a su legión de ángeles a la Tierra para exterminar a la raza humana por segunda vez en la Historia. La única esperanza recae sobre un grupo de rebeldes escondidos en mitad del desierto, que recibirán la ayuda del mismísimo arcángel Miguel (Paul Bettany)... Ópera prima en la dirección de un veterano de los efectos especiales. (FILMAFFINITY)
9 de junio de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aviso antes de empezar que meteré spoilers por todas partes, pero no se preocupen, en esta obra no importa tanto el qué como el porqué y el cómo.
Todo aquél que se adentre en la locura de "Legión" podrá disfrutar de la que es sin duda una de las experiencias más divertidas del año. Un desfase argumental, un desafío a los límites de la lógica y del raciocinio magistralmente hilado por un Scott Stewart que ya demuestra aquí un conocimiento del género y una ironía que ya quisieran muchos para sí.
No en vano la película es tan cutre. Con unos personajes que parecen recién sacados del congelador; está la niñata calientapollas, el héroe atontado y buenazo que termina siendo el Elegido para cepillarse a la rubia, el negrata chungo, el negrata bueno, el papá del héroe atontado y buenazo que de alguna manera tiene que acabar hecho unos zorros, los padres de la niñata... vamos, un reparto de lo más variadito. Sin olvidar, por supuesto, a nuestro protagonista, un ángel que ha decidido desembarazarse de sus alas y desobedecer a Dios en su tarea de acabar con la humanidad, para lo que utilizará una furgoneta llena (pero hasta los topes, ¿eh? No se cortan ni un pelo) de ametralladoras, pistolas, escopetas, lanzallamas y demás especies.
Su psicología, por supuesto, es una castaña como una catedral. La película se llena de conflictos falsos y mil veces vistos, conversaciones trascendentes en su forma pero absurdas en su contenido que logran crear una imagen más absurda y alocada de todo este lío.
Por si fuera poco, la trama presenta unas lagunas tan evidentes (¿Dios quiere exterminar a la humanidad o convertirla en zombies? ¿Por qué carajo tenía que recaer esa inmensa responsabilidad en el crío? ¿Y eso del Elegido, se somete a votación popular o qué? Etcétera, etcétera) que cuesta creer que haya vida inteligente detrás de ella.
Y luego están los golpes de humor que revelan la verdadera intención del autor. Porque tenemos, atención, a una vieja caníbal que se sube por las paredes, a un heladero capaz de extender su cuerpo, a un niño hablando con voz de carajillero... y mucha tontería, ángeles metiéndose de hostias y usando las alas como escudo, frases antológicas ("¿Muy arriesgado? ¿Qué coño significa 'muy arriesgado'?"), y por supuesto la apoteosis, el final en el que se salvan los dos de siempre (¿hace falta decir quiénes?) y se encaminan hacia un futuro incierto, a la espera de una segunda parte tan delirante y tan estúpida como ésta, en la que el niño crecerá y repartirá mucha estopa entre ángeles armados hasta los dientes y zombies de goma.
Todo aquél que se adentre en la locura de "Legión" podrá disfrutar de la que es sin duda una de las experiencias más divertidas del año. Un desfase argumental, un desafío a los límites de la lógica y del raciocinio magistralmente hilado por un Scott Stewart que ya demuestra aquí un conocimiento del género y una ironía que ya quisieran muchos para sí.
No en vano la película es tan cutre. Con unos personajes que parecen recién sacados del congelador; está la niñata calientapollas, el héroe atontado y buenazo que termina siendo el Elegido para cepillarse a la rubia, el negrata chungo, el negrata bueno, el papá del héroe atontado y buenazo que de alguna manera tiene que acabar hecho unos zorros, los padres de la niñata... vamos, un reparto de lo más variadito. Sin olvidar, por supuesto, a nuestro protagonista, un ángel que ha decidido desembarazarse de sus alas y desobedecer a Dios en su tarea de acabar con la humanidad, para lo que utilizará una furgoneta llena (pero hasta los topes, ¿eh? No se cortan ni un pelo) de ametralladoras, pistolas, escopetas, lanzallamas y demás especies.
Su psicología, por supuesto, es una castaña como una catedral. La película se llena de conflictos falsos y mil veces vistos, conversaciones trascendentes en su forma pero absurdas en su contenido que logran crear una imagen más absurda y alocada de todo este lío.
Por si fuera poco, la trama presenta unas lagunas tan evidentes (¿Dios quiere exterminar a la humanidad o convertirla en zombies? ¿Por qué carajo tenía que recaer esa inmensa responsabilidad en el crío? ¿Y eso del Elegido, se somete a votación popular o qué? Etcétera, etcétera) que cuesta creer que haya vida inteligente detrás de ella.
Y luego están los golpes de humor que revelan la verdadera intención del autor. Porque tenemos, atención, a una vieja caníbal que se sube por las paredes, a un heladero capaz de extender su cuerpo, a un niño hablando con voz de carajillero... y mucha tontería, ángeles metiéndose de hostias y usando las alas como escudo, frases antológicas ("¿Muy arriesgado? ¿Qué coño significa 'muy arriesgado'?"), y por supuesto la apoteosis, el final en el que se salvan los dos de siempre (¿hace falta decir quiénes?) y se encaminan hacia un futuro incierto, a la espera de una segunda parte tan delirante y tan estúpida como ésta, en la que el niño crecerá y repartirá mucha estopa entre ángeles armados hasta los dientes y zombies de goma.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La gente que critica esta maravilla está mal de la cabeza. Está claro que no han captado las verdaderas intenciones de la película, y es por eso que se han dejado llevar por la presentación tan obvia y tan ridícula de los hechos. Porque "Legión" pretende precisamente burlarse de los tópicos del género, presentándolos de forma que cualquiera con dos dedos de frente en la industria del cine se dé cuenta de a dónde nos están llevando la sobredosis de efectos y los recortes en el guión en las producciones de esta clase.
Una película necesaria para los tiempos que corren. Ojalá cundiera el ejemplo de Scott Stewart. Ojalá esta parodia tan bien hilada, en la que nada ocurre por casualidad (excepto, evidentemente, el argumento enterito), hiciera reflexionar a muchos sobre la espiral de estupidez en la que han caído sus historias; antes emocionantes y ahora tópicas, frías y previsibles.
Porque es una parodia, ¿no?
Una película necesaria para los tiempos que corren. Ojalá cundiera el ejemplo de Scott Stewart. Ojalá esta parodia tan bien hilada, en la que nada ocurre por casualidad (excepto, evidentemente, el argumento enterito), hiciera reflexionar a muchos sobre la espiral de estupidez en la que han caído sus historias; antes emocionantes y ahora tópicas, frías y previsibles.
Porque es una parodia, ¿no?