Recientemente he tenido la oportunidad de ver la primera temporada de esta maravillosa serie, a la que he devorado capítulo a capítulo sin interrupción. El entretenimiento y la intriga están aseguradas si te engancha el primer capítulo.

Su formato de temporada reparte la historia en 13 capítulos de aproximadamente una hora de duración, y todos juntos consiguen una coherencia más propia de un largometraje que de una serie televisiva. Glenn Close es Patty Hewes, una abogada reconocida y temida en el mundo de las demandas civiles, una mujer dispuesta a todo para conseguir lo que quiere; en este caso "cazar" al empresario Arthur Frobisher, que parece desprovisto de escrúpulos, acusado de estafar millones de dólares a sus empleados.
Durante todo este proceso, su joven y brillante discípula Ellen Parsons (Rose Byrne) tendrá que recorrer un camino lleno de obstáculos para conocer las verdades que se esconden tras la idílica visión de la abogacía y la justicia.

La intrigante historia y las excelentes interpretaciones vienen a estar además apoyadas por un montaje que va desvelando poco a poco diversos acontecimientos mediante saltos en el tiempo. La apertura inicial de cada capítulo con una prolepsis (un acontecimiento del futuro) incrementa la intriga a medida que tenemos más datos del puzzle y tratamos de recomponerlo. Y a diferencias de otras series, en esta nos deleitamos con saber que nuestras expectativas de obtener respuestas serán más o menos satisfechas al final.


Lo mejor: El formato de la serie, el montaje temporal y los personajes coherentes.
Lo peor: Quizá un poco larga y forzada en algunos giros.
Te gustará: Si te gustan las intrigas de abogados, los personajes con doble moral y sin escrúpulos.
La odiarás: Si esperas una serie como "Ally McBeal".