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Voto de Quique Martín:
8
Drama Después de dominar el mundo del boxeo, Adonis Creed ha progresado tanto en su carrera como en su vida familiar. Cuando Damian (Jonathan Majors), un amigo de la infancia y antiguo prodigio del boxeo, reaparece después de cumplir una larga condena en prisión, Adonis Creed quiere demostrar que merece una oportunidad en el ring. El enfrentamiento entre estos antiguos amigos es algo más que una simple pelea. Para ajustar cuentas, Adonis debe ... [+]
17 de marzo de 2023
13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
La franquicia de Rocky lleva, con esta última película, un total de nueve proyectos a sus espaldas. Que se dice pronto. A los seis bajo la marca Rocky Balboa, propiamente dicha, hemos tenido que sumar estos tres del “spin-off” llamado Creed. Digo esto porque, a estas alturas de la película, creo que todos podemos asumir que no van a inventar la rueda. Las claves donde se han movido las dos sagas -épica, levantarse después de una derrota, entrenamientos con momentos “videocliperos” de fondo, el “eye of the tiger”- están muy marcadas y “Creed III” no es la excepción que confirma la regla.
Huelga decir, eso sí, que esta es la primera de las nueve entregas donde la figura de Rocky desaparece y Creed pasa a volar en solitario y sin red. Tener a Stallone en las dos anteriores entregas le daba a esta nueva franquicia cierta sensación de seguridad -además de venir apadrinada por el propio Sylvester- ya que el público tenía un elemento claro y reconocible al que recurrir -y admirar- y los fans estaban encantados de seguir viendo a su ídolo, aunque fuese en un rol de entrenador y ya no de púgil. Pero, en “Creed III” esto ha cambiado.

La película -en cines desde el día 3 de marzo- que, además, pasa a ser la opera prima de Michael B Jordan -grata sorpresa en la dirección, dicho sea de paso, con algunos recursos visuales francamente potentes y bien trazados, aunque no están a la altura de lo logrado por Coogler en la primera entrega- ha optado por hablarnos por fin de la figura de Adonis Creed y abandonar esa sombra de Balboa donde se sentía cómoda pero no acababa de tener toda la personalidad propia que podría haber tenido.
Ahora el que importa es Adonis y el conflicto de esta película nos lo demuestra. Utilizando a un amigo del pasado del protagonista que viene a destapar algunas miserias que el tiempo había enterrado profundamente y que Adonis deberá solucionar si quiere seguir adelante con su vida sintiéndose bien y en paz con él mismo y con su pasado.

Jonathan Mayors, que da vida a este amigo de la infancia de Creed, es uno de los grandísimos aciertos de la película. No solo porque físicamente está perfecto e impone gracias a su imponente físico en todas las escenas de combate, sino porque el actor norteamericano consigue darle muchos registros a su personaje y no se tambalea en las partes dramáticas. Además, en el duelo actoral con Jordan creo que se alza ganador y demuestra la importancia de tener un buen antagonista en este tipo de sagas.

Este duelo entre ambos es la pieza clave de esta secuela y así debía ser. Con un “villano” a la altura del protagonista y que tuviese el suficiente desarrollo dramático para que nos importase lo que pueda ocurrir o no con él. Y no solo fuese una “persona a la que vencer” sin más importancia posterior. Obviamente, el hecho de que tú entiendas las motivaciones del personaje de Mayors te ayuda mucho a empatizar con su drama y a que, aunque la película este contada desde la perspectiva de Creed, tu puedas entender también a Damian. Hecho que, en entregas pasadas, como con el mítico Drago de la cuarta entrega, no ocurría tanto.

Creo que, si deciden seguir haciendo películas -que a juzgar por lo que se oye de la taquilla, es más que probable- este camino que han iniciado aquí es el correcto para avanzar. Con esa dosis de épica mezclada con el drama más familiar que te da contexto y más importancia para los combates y te aporta ese plus extra de conexión emocional que hace que el final pueda ser más satisfactorio.

Más allá de esto, la cinta es exactamente eso que esperas. Peleas épicas donde las haya, momentazos de entrenamiento yendo al límite y una pelea prácticamente fratricida donde todos ponen toda la carne en el asador. Incluido el joven director que recurre a algunos trucos visuales como el “traslado de ring” -cuando lo veáis sabréis a que me refiero- o la introducción de música más urbana para darle su “toque Creed”, que le sientan francamente bien a todo el conjunto de la película. Quizá, eso sí, la trama con la hija de Adonis y su desarrollo se alarga en exceso quitando momentos de lo que “hemos venido a ver”.
En cualquier caso, creo que estamos ante una película que cumple con creces las expectativas y que va a gustar a los fans, como ya gustaron en líneas generales las dos anteriores. Es curioso que, a pesar de llevar nueve entregas y de no innovar en exceso, esta saga se las apaña para seguir resultando refrescante.

Twitter: @QuiqueMartin27, colaborador de Mundoplustv
Quique Martín
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