Haz click aquí para copiar la URL
España España · Oviedo
Voto de babayu:
1
Ciencia ficción. Aventuras. Fantástico El doctor Alan Grant, ansioso por conseguir fondos que financien su estudio sobre la inteligencia del velociraptor, acepta la oferta de una pareja de millonarios, Paul y Amanda Kirby, para sobrevolar la Isla Sorna (Costa Rica), poblada por dinosaurios creados genéticamente. Tras un aterrizaje forzoso en la isla, Alan descubre que los Kirby estaban buscando a su hijo adolescente, perdido en la isla tras un accidente de parapente. (FILMAFFINITY) [+]
27 de julio de 2008
16 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Madre del amor hermoso...
Debo empezar diciendo que nunca estuve de acuerdo en cómo adaptó al cine Spielberg la magnífica saga de novelas de Crichton (mientras que los libros están bien documentados, con un matiz de divulgación científica unido al entretenimiento, la primera peli ya estaba herida de un infantilismo tan vulgar como atroz, atenuado quizá por el éxtasis visual de unos tremendos efectos especiales, nunca vistos antes de los primeros noventa). Pero en pleno siglo XXI ya no nos llama especialmente la atención ver a un dino deambular por la pantalla, y creo que, para dar continuidad a la cosa, se debería haber buscado algo más: un guión sólido, con una historia entretenida, no sé, algo muy diferente a lo que acabo de ver; aquí, don Steven se ha desmarcado, cediendo los trastos a Joe Johnston, un gris realizador que no sabe con lo que está jugando: la excusa argumental es válida, una segunda isla en la que hay bichos, lo aceptamos, pero, partiendo de ahí, todo es rematadamente fallido.
Desconozco si ha sido intencionado o no, pero se le ha dado a la peli un matiz de comedia surrealista, representada por unos personajes en los que se presume la inteligencia, aunque ésta no se manifieste en ningún momento: los Kirby son, además de unos indecentes tramposos, profundamente odiosos, uno espera todo el rato que se los tapiñen los dinos; su muchachuelo, pintado como una especie de mini Rambo, evidencia que debe ser adoptado, porque con tales genes no hubiera sobrevivido dos segundos en Isla Sorna. Para dar al bodrio una apariencia de coherencia con las precedentes, enchufan con calzador a Alan Grant, el paleontólogo, incluso a la botánica Ellie Satler, en un cameo incomprensible.
Como no hay ninguna imaginación a la hora de montar algo decente, la peli queda muy cortita, por lo que sus responsables rellenan a diestro y siniestro con memeces descaradas: como el t-rex está muy visto, meten a un nuevo bicho más grande y más feroz, el spinosaurio, aparte de los pterosaurios (la pajarera es lo único salvable de todo) y les dotan de nuevas cualidades: ahora son de colorines, qué cosas, los velocirraptores hablan y saben kung-fu, y , cómo no, hay la típica escena en la que salen todos los bichos y los bichos humanos hacen "oh", lo que resulta absurdo, pues llevan horas luchando contra ellos y los tendrían que tener más que vistos...
En fin, un conjunto de barbaridades sin parangón, sólo apta para fanáticos descerebrados de los dinosaurios.
babayu
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow