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España España · Oviedo
Voto de babayu:
7
Drama Film sobre uno de los personajes más controvertidos de la política italiana: Giulio Andreotti, que fue jefe del gobierno en siete ocasiones. Narra las presuntas relaciones de Andreotti con la mafia siciliana, los delitos por los que fue procesado en los años 90 y absuelto por falta de pruebas. (FILMAFFINITY)
26 de diciembre de 2008
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Compleja peli, pardiez; Sorrentino da una vuelta de tuerca al género del biopic (que me resulta particularmente cansino), y construye una obra arriesgada pero con una serie de elementos abrumadoramente interesantes. Me gusta, en principio, que cineastas contemporáneos se arriesguen a dar su personal visión de hechos recientes acaecidos en sus países (algo en España por explotar): el director utiliza la base de uno de los mayores escándalos políticos sucedidos en Italia (nación por otro lado proclive a ello) traduciéndolo al lenguaje cinematográfico de una manera esperpéntica y anticonvencional. A veces la trama se vuelve teatral, aislando a ese Andreotti en una silla, iluminando de manera caprichosa la escena, forzando monólogos, mientras que en otras ocasiones se decanta por el humor grotesco, explotando un personaje que ya de por sí resulta histriónicamente hierático.
Por si no fuera poco, Sorrentino se luce llenando de referencias la pantalla: no nos equivocaremos si pensamos que algo hay del Padrino, del Ricardo III de Shakespeare, y menos aún si en la figura de ese senador vitalicio nos parece intuir un remedo del Nosferatu de Murnau, o si en la llegada de la corte "andreottiana" observamos algo parecido a lo que Tarantino o Leone han hecho en varias de sus obras. También la fotografía de Luca Bigazzi (fiel al director desde su segundo largo, Las Consecuencias del Amor), contribuye a hacer la peli visualmente valiente, lo mismo que la música, de un eclecticismo apabullante, pues podemos escuchar a clásicos como Sibelius, Vivaldi o Saint-Saëns mezclados con música electrónica, Richi e Poveri, pop o minimalismo ochentero.
Me gustaría destacar el trabajo de ese tremendo Toni Servillo, cuyo maquiavélico Andreotti no desmerece en absoluto a ese Franco que compuso en Gomorra, la otra gran peli italiana del 2008.
En definitiva, una peli complicada, a la que hay que enfrentarse con el espíritu abierto y, si es posible, con una buena base de documentación sobre lo que sucedió en Italia a finales de los ochenta y principios de los noventa, si no nos queremos perder demasiado.
babayu
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