Me he quedado asombrada con esta película. <<Quizás no llegue nunca a descifrar la cantidad de emociones que me ha provocado>>. Partiendo de los ya innumerables casos de personas negras asesinadas (sobre todo jóvenes) a manos de policías norteamericanos; este film retrata de tal forma el miedo, el odio y el racismo -desde los dos colores- que da la impresión de estar viviendo las situaciones que se van desarrollando como si fueran propias. Ahora, eso sí, sabemos que la comunidad más desfavorecida es la constituida por personas negras. Sí...esos negros que conviven en barrios marginales -nada de lujos: sería todo muy distinto-; Sí...esos negros que, sin un buen ambiente familiar ni recursos para una adecuada educación, se ven abocados a la venta y/o consumo de drogas, en sociedades (presuntamente democráticas) dominadas por "los de siempre"...Sin embargo, aún teniendo un pasado delictivo, hay innumerables familias negras que crecen y educan a sus miembros de forma totalmente racional. A los norteamericanos blancos les da igual -están educados para pensar que el color negro equivale a la violencia y por lo tanto, provoca el miedo y el odio-. De ahí la reacción del policía -absolutamente injustificable si no fuera por el odio y el miedo que le han inculcado- que dispara...Y, qué les queda a la sociedad que desata ese miedo y odio: la manifestación a través del enfrentamiento y el odio hacia sus contrarios. El odio se ha ido humanizando de tal forma entre blancos y negros, que ya da un resultado de "casi" absoluta normalidad. En esta película lo vemos, lo palpamos -en ocasiones con mal disimulada hipocresía-. El odio va aumentando según los barrios.
Bien, creo que esta es una buena película para que reflexionemos y tengamos en cuenta -como decía mi abuela-, que nadie decide el lugar, color y la barriga de la que se ha de nacer.