Siempre he defendido la idea de que una buena película nunca cimenta su éxito en los efectos especiales, sino en la calidad de su guión. Eso es porque nunca había visto una producción en la que los encargados de la factura visual fuesen don Raúl González Blanco, el maestro Zinedine Zidane, Ronaldo, Roberto Carlos, Beckham, don José María Gutiérrez "Guti"... Si tal cantidad de genios se junta y comienza a hacer de las suyas, argumento, personajes, diálogos, historia y trama son lo de menos. Y si además Thomas Gravesen se encarga de la parte humorística, mejor que mejor.

No tengo mucho más que decir. Goool fue una película del montón, bastante mediocre. Como sus responsables han demostrado no dar de sí para escribir y dirigir una buena historia, no hay problema: se han dedicado a filmar al mejor equipo de todos los tiempos tocando el balón y han logrado una absoluta obra maestra. ¿Pensáis que me he pasado con lo de obra maestra? Pues va a ser que no, porque todo acto en el que Raúl y Zidane aparezcan es, por definición, una obra maestra de categoría.