Entretenido thriller futurista centrado en el complejo asunto de la clonación. El film tiene dos partes diferenciadas: una primera donde prima la ciencia ficción, con importantes reminiscencias a Matrix, en la que el guión sabe jugar con la ignorancia de los protagonistas y una segunda que va más en la línea de los productos Bruckheimer, es decir, acción sin tregua, adoptando ideas de películas como la persecución por autopista de Matrix 2, la fuga sin recursos de Minority Report, los replicantes de Blade Runner o la idea de los clones de El sexto día. El film funciona bastante bien hasta la primera persecución; a partir de ahí, se vuelve repetitivo y va perdiendo interés. Las secuencias de acción son adrenalíticas, con una adecuada banda sonora que parece aumentar la velocidad, pero el exceso de primeros planos conlleva que en ocasiones se pierda la perspectiva de lo que sucede. La pareja protagonista sabe estar a la altura, aunque se ven superados por un Steve Buscemi que explota magníficamente el contrapunto cómico a la acción. Sin duda, aunque esta producción es de Dreamworks, los fieles a Bruckheimer la disfrutarán de lo lindo.