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España España · Pamplona
Voto de Edgar:
3
Drama. Thriller Dorian Gray (Ben Barnes) es un joven aristócrata muy atractivo que, después de haber pasado una solitaria adolescencia en el campo, regresa a Londres, donde ha heredado una mansión. Atraído por la vida nocturna, se sumerge en ella de la mano de Lord Henry Wottom (Colin Firth), que lo conduce a los antros más recónditos y sórdidos de la ciudad. Al joven le fascina el estilo de vida decadente y amoral de Wotton. Por otra parte, su ... [+]
21 de junio de 2010
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde que en 1913 Phillips Smalley realizase un corto sobre la novela de Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray, hasta esta versión actual de Oliver Parker, son muchas las adaptaciones que dicha novela ha conocido tanto en cine como en televisión. Aunque no las he visto todas, me atrevo a afirmar que la mejor fue la que llevó a cabo, en 1945, Albert Lewin (Pandora y el holandés errante), con un genial George Sanders (ganador del Oscar como secundario en Eva al desnudo) en el rol de amigo aristócrata del protagonista. Y posiblemente la de Oliver Parker rivalice con la de David Rosenbaum de 2004 (protagonizada por el conocido actor de Las Vegas y Transformes, Josh Duhamel) por ser la peor de todas.

Como director y guionista, Oliver Parker ya había acometido la tarea de adaptar al cine otras dos obras de Oscar Wilde (Un marido ideal y La importancia de llamarse Ernesto) e incluso se atrevió, en su ópera prima, a llevar al cine la obra de Shakespeare, Otelo. Y francamente, he de reconocer que las tres son muy superiores a la película que nos ocupa. No sé si la causa será que Parker no es el responsable del libreto (misión que ha recaído en el debutante Toby Finlay) pero lo cierto es que he salido del cine bastante decepcionado.

Para empezar estamos ante un film de carácter netamente comercial, algo que no debería ser incompatible con la novela de Wilde, ya que da para mucho. Pero claro, si la película obvia todo el estudio y la profundidad que merece un personaje del calado de Dorian Gray, en favor de efectismos fáciles, sin sutilezas y cayendo en el error de mostrarlo todo sin dejar nada a la imaginación ni a la sugestión, rozando muy de pasada y sin profundidad asuntos como el "tempus fugit", el ansia, el odio o la venganza, el largometraje se asemeja más a las películas de sobremesa televisiva que a una producción cinematográfica.

En el apartado técnico decir que la puesta en escena es muy mejorable, ya que la atmósfera de la época resulta un tanto artificial. Por no hablar de los momentos en los que el protagonista da rienda suelta a sus vicios y depravaciones, secuencias que deberían ofrecer algo de terror o emoción en concepto del bien contra el mal, pero que simplemente se quedan en escenas de dudoso buen gusto. Considero que no hace falta ser vulgar para escenificar una vida repleta de excesos, pero claro, habría que incurrir en las mencionadas sutilezas de las que adolece todo el film y, posiblemente, los productores no estarían de acuerdo al considerar que sin sexo y violencia explícitos, el número de asistentes podría verse reducido.

(Sigo en spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Edgar
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