Media votos
4,4
Votos
3.978
Críticas
1.567
Listas
5
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de El Extranjero :
7
5,4
4.289
Comedia
Flora y Víctor son los padres que todo niño querría tener: modernos, divertidos y cariñosos. Sin embargo, todo se tuerce el día que deciden divorciarse y aparece la oportunidad laboral con la que llevan soñando toda la vida. Solo hay un problema: la custodia. Ninguno está dispuesto a ceder. Así que, por orden de la jueza, los niños tendrán que decidir con quién se quedan: con mamá, o con papá. A partir de este momento, los padres ... [+]
14 de febrero de 2022
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dijo alguien (creo que fue Eugenio, o una persona cercana a él) que para que un chiste haga gracia tiene que tener parte de verdad y parte de dolor. Verdad como un templo. Para mi gusto, las mejores herramientas para hacer humor son la naturalidad, el ingenio, el sarcasmo, el cinismo y la mala baba. Sin eso, conmigo difícilmente va a pasar la nota de corte. La corrección política me aburre y me repatea, en cierto modo siempre ejerce de mecanismo represor, la concibo como la antítesis de las cualidades que he mencionado, como aborregamiento invisible que le envuelve a uno, muchas veces en contra de su voluntad, pero llegado un momento dado ya nada se puede hacer, y como sutil instrumento de adoctrinamiento de masas, contra el que hay que luchar para no sucumbir a su inmenso poder influyente y lograr mantener un punto de vista propio, nacido del juicio crítico personal, honesto e intransferible.
Me sorprende para bien la actriz Miren Ibaguren por la naturalidad y el encanto con los que se mueve su papel de mujer aguerrida, ingeniosa, provocadora y divertida. Y cuando tiene que sacar su lado adorable, el resultado es impresionante ya que hay un perfecto equilibrio y contraste con lo presenciado previamente. Desprende verdadero magnetismo. Diría que todas esas cualidades resaltan su atractivo físico. En las entrevistas que he visto de ella no da esa imagen, sino que su apariencia es más discreta y convencional, pero incluso ya en sus anteriores papeles más reconocidos, me pareció detectar arrebatos de pura comedia negra que solo podían ser destellos de talento natural, teniendo en cuenta que sus personajes (especialmente el de 'Aída', su trabajo más extenso y conocido, luego en 'La que se avecina' mejora mucho, se nota el cambio de una ficción a otra, -en 'Escenas de Matrimonio' la recuerdo simpática pero se trata de un proyecto un tanto menor-) transitaban entre clichés, los chascarrillos más irritantes y tics más estridentes e insoportables.
Respecto a Paco León nada de lo que he visto de él (me) ha marcado tanto como su participación en 'Aída', que a veces tenía su gracia, (sobre todo al principio, cuando las tramas eran más ingeniosas y atesoraban mayor encanto) pero a lo último acabó siendo insufrible como toda la serie, que bajó hasta un nivel infame. Aunque sí recuerdo haber disfrutado de algunos trabajos suyos, como es el caso de 'Kiki, el amor se hace' o '7 años', pero hablo muy de memoria. Tiene un registro cómico medido, el cual que domina con bastante soltura y como aquí no incurre en molestos e incoherentes juegos de palabras que tanto me sacaban de quicio en 'Aída', puedo decir que su presencia me ha gustado, o mejor dicho no me ha disgustado. Además diría que tiene química con Miren y al contrario de otras veces, aquí sale favorecido por los simpáticos giros del guión.
Me sorprende para bien la actriz Miren Ibaguren por la naturalidad y el encanto con los que se mueve su papel de mujer aguerrida, ingeniosa, provocadora y divertida. Y cuando tiene que sacar su lado adorable, el resultado es impresionante ya que hay un perfecto equilibrio y contraste con lo presenciado previamente. Desprende verdadero magnetismo. Diría que todas esas cualidades resaltan su atractivo físico. En las entrevistas que he visto de ella no da esa imagen, sino que su apariencia es más discreta y convencional, pero incluso ya en sus anteriores papeles más reconocidos, me pareció detectar arrebatos de pura comedia negra que solo podían ser destellos de talento natural, teniendo en cuenta que sus personajes (especialmente el de 'Aída', su trabajo más extenso y conocido, luego en 'La que se avecina' mejora mucho, se nota el cambio de una ficción a otra, -en 'Escenas de Matrimonio' la recuerdo simpática pero se trata de un proyecto un tanto menor-) transitaban entre clichés, los chascarrillos más irritantes y tics más estridentes e insoportables.
Respecto a Paco León nada de lo que he visto de él (me) ha marcado tanto como su participación en 'Aída', que a veces tenía su gracia, (sobre todo al principio, cuando las tramas eran más ingeniosas y atesoraban mayor encanto) pero a lo último acabó siendo insufrible como toda la serie, que bajó hasta un nivel infame. Aunque sí recuerdo haber disfrutado de algunos trabajos suyos, como es el caso de 'Kiki, el amor se hace' o '7 años', pero hablo muy de memoria. Tiene un registro cómico medido, el cual que domina con bastante soltura y como aquí no incurre en molestos e incoherentes juegos de palabras que tanto me sacaban de quicio en 'Aída', puedo decir que su presencia me ha gustado, o mejor dicho no me ha disgustado. Además diría que tiene química con Miren y al contrario de otras veces, aquí sale favorecido por los simpáticos giros del guión.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Quizás la esté sobrevalorando un poco, pero es que el personaje de Flora es un torbellino irresistible, me he reído y he disfrutado con el visionado, cosa que no siempre consigo con este tipo de películas. Se podrá decir que todas son iguales, calcadas, cortadas por el mismo patrón, muy parecidas o intercambiables entre sí, pero es que la que te entra te entró.
Además me ha hecho mucha gracia cuando el ratón explota en el microondas y acto seguido el artefacto suena como que ya está lista la comida.
En la pared de la cocina hay un cuadro dibujado a lápiz de una rata gigante muy resultona, ha sido verlo y recordar inmediatamente a Nicholson.
Pero lo más divertido se encuentra en las tomas falsas de los créditos y no es otra cosa que el ofrecimiento por parte de Julián Villagrán, dirigido a Paco León, de practicarle un timón holandés a cambio de veinte euros. Le describe en lo que consiste la práctica (lo mejor es la atenta mirada que le brinda Paco León durante esos segundos, está procesando la información que le está llegando) y cuando le dice el precio, su experiencia le permite reaccionar y darse cuenta de que eso no puede estar en el guión y le dice que tiene que estar de broma en lo que se ríen los dos (Paco se ríe pero le mira en plan 'este tío no está bien de la cabeza'). Julián recupera la compostura en cosa de un santiamén y redirige su ofrecimiento al acompañante de escena de Paco León, bajando la cuantía primero a diez, después a cinco, para acabar dejándole el ofrecimiento de forma gratuita, en lo que vuelve a decir que estaba de broma ante la cara de estupefacción del pobre secundario. Tan solo al rememorarlo para escribirlo aquí me estoy descojonando, así que imaginaros.
Además me ha hecho mucha gracia cuando el ratón explota en el microondas y acto seguido el artefacto suena como que ya está lista la comida.
En la pared de la cocina hay un cuadro dibujado a lápiz de una rata gigante muy resultona, ha sido verlo y recordar inmediatamente a Nicholson.
Pero lo más divertido se encuentra en las tomas falsas de los créditos y no es otra cosa que el ofrecimiento por parte de Julián Villagrán, dirigido a Paco León, de practicarle un timón holandés a cambio de veinte euros. Le describe en lo que consiste la práctica (lo mejor es la atenta mirada que le brinda Paco León durante esos segundos, está procesando la información que le está llegando) y cuando le dice el precio, su experiencia le permite reaccionar y darse cuenta de que eso no puede estar en el guión y le dice que tiene que estar de broma en lo que se ríen los dos (Paco se ríe pero le mira en plan 'este tío no está bien de la cabeza'). Julián recupera la compostura en cosa de un santiamén y redirige su ofrecimiento al acompañante de escena de Paco León, bajando la cuantía primero a diez, después a cinco, para acabar dejándole el ofrecimiento de forma gratuita, en lo que vuelve a decir que estaba de broma ante la cara de estupefacción del pobre secundario. Tan solo al rememorarlo para escribirlo aquí me estoy descojonando, así que imaginaros.