Es una obra que demuestra tener mucho cariño a sus personajes, como se puede deducir al ver el final alternativo/epílogo/post-dejavu. Deja buen sabor de boca, da la sensación de que sus autores están disfrutando al máximo de su travieso rodaje, por lo que se encuentran en estado de gracia y muy inspirados a la hora de trasladar a la pantalla este desmadre de guión, pero que a la vez se trata de gente que no parece aficionada y sabe desarrollar y llevar con mano firme esa gran bola de nieve que se ve incontrolable, que no explican el chiste antes del momento y ni se dejan ningún cabo suelto, todo encuentra su lugar y cobra sentido dentro de la retorcida lógica del planteamiento.

Lo que más me sorprende es la absoluta falta de prisa, hasta parsimonía, con la que desarrollan los hechos los responsables. No les aprieta el reloj, se toman el tiempo necesario, recreándose en cada detalle y hasta en la tensa expectación con la que mantienen en vilo al espectador, el cual no da un duro (pongo mi caso de ejemplo) porque esto tenga el menor viso de salir al menos, airoso. Tengo que ir confiando más en la industria polaca reciente porque la verdad que solo me está dando alegrías.