Una plana película que escenifica una relación tóxica y posesiva. No hay hondura psicológica ni una situación interesante que vaya más allá de lo obvio o que ofrezca una perspectiva desde la cual la historia resulte entretenida. Es el relato de una situación, una crónica que se mantiene inalterable, sin evolución, que es muy limitada previsible y que encima se desarrolla con lentitud. En verdad apenas hay guión, es casi un spot televisivo, formato que nunca me agradó ya que se caracteriza por resultar tremendista (o en menor medida, populista) y ofrecer un mismo mensaje para todas las realidades, como queriendo mostrar que solo hay una realidad válida, resultando tendencioso y aleccionador. Por eso las actuaciones también parece que se adecúen al nivel del material a trabajar.