Si soy sincera, lo único que esperaba de «Centurión» era bromear a costa de las curiosidades que el cine de acción nos proporciona, pero hete aquí que este trabajillo entre la aventura y la violencia se hace respetar gracias a una historia atractiva en su fondo, una villana inquietante y un buen héroe.

Michael Fassbender, el potente Fassbender, de los mejores intérpretes que podemos encontrar hoy en día (y además europeo, qué orgullo), es el romano bueno que se hará líder en tierras allende los mares y huirá de la persecución implacable de la hermosa y endurecida Etain. Quintus es un protagonista difícil de ver en pantalla, ya que se trata de un hombre valiente sin duda, pero de gran nobleza y empatía, preocupado por sus hombres, leal con ellos y todo un caballero cuando debe serlo. Ni borde, ni chulo, ni desabrido. La verdad es que «Centurión» pide a gritos una arrebatadora historia de odio convertido en amor entre Etain y Quintus, pero no puedo decir si se cumple o no se cumple. Hay mucha pasión en el ambiente, mucha. Además, Neil Marshall prefiere dar palos a todo el mundo y pintarnos a invasores e invadidos como unos malvados, así que ni siquiera sabemos quién tiene razón en esta lucha.

Un poco de magia en el aire, otro poco de romance, abundancia desagradable de sangre, vísceras y miembros rodando por el suelo que terminas por no tomarte en serio, y unos bonitos paisajes complementan la trama. En fin, un entretenimiento moderado y aceptable.