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España España · Málaga
Voto de Kaori:
3
Thriller. Intriga El profesor de simbología religiosa Robert Langdon, absorto en la investigación de una antigua secta satánica, la de los "Illuminati", busca el arma más mortífera de la humanidad (antimateria), que algunos miembros de esta secta han introducido en el Vaticano. Langdon y una científica italiana se lanzan a una carrera contrarreloj para evitar el desastre. Tras "El código da Vinci", Tom Hanks vuelve a interpretar al profesor Langdon. (FILMAFFINITY) [+]
1 de febrero de 2013
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno, en fin, por qué no. Puestos a conspirar, cualquier cosa es posible, sobre todo en el universo Dan Brown. Este grupo que hasta ayer mismo nadie conocía resulta ahora que es la clave para entender la Historia Universal; asombrosa, de verdad, asombrosa la retahíla de barbaridades que el profesor (¡profesor!) Robert Langdon va soltando en su periplo por Italia. Lo peor no es eso, porque al fin y al acabo es ficción, sino que la gente se lo crea a pies juntillas como si de un libro de texto se tratase. Historiadores del mundo, retiraos, que aquí está Dan Brown sentando cátedra.

Recuerdo que la novela «Ángeles y demonios» me gustó más que «El Código Da Vinci», lo cual no quiere decir mucho, pero el caso es que me entretuvo lo suficiente como para querer saber quién es quién, que es de lo que se trata: de desmantelar un complot donde están en juego la vida de cuatro personas y la destrucción de todo el Estado Vaticano. De por medio, porque se ve que esto no es suficiente, aparece una trama sobre el CERN y la llamada «antimateria», algo que no me preguntéis qué es, pero que sin duda tiene que ser muy importante para la humanidad; este descubrimiento supone, dicen, dinamitar las bases teológicas de la explicación a la vida, con lo cual la Iglesia (se ve que no existen más iglesias) perdería su poder en el mundo. Así se desencadena una investigación que tiene muy poca pasión y muy poca intriga: la precipitación con la que actúan los protagonistas, la falta de claridad en los acertijos y el viaje turísticos que conlleva sin pararse ni un momento en cada escenario, puede que entorpezca el desarrollo de la historia.

A Tom Hanks no le pega en absoluto el papel de Robert Langdon, pero ciertamente lo hace muy bien sin dificultad ninguna gracias a la simpleza del personaje. La compañera de fatigas, de quien no recordamos ni el nombre, es un cero a la izquierda, un bulto gris que está sólo para dar el dato justo en el momento adecuado. El más solvente en esta ocasión es Ewan McGregor, con un personaje que es que se hizo para él: el del camarlengo Patrick McKenna, con una cara de angelito que enamora. Respecto a la acción, destaca por su ridiculez. La escena del ahogamiento en la Fuente de los Cuatro Ríos es risible, con un Hanks que se zambulle cual nadador experto en las profundidades oceánicas de... una fuente. Sin palabras.

Si le prestas mucha, mucha atención y tienes sentido del humor, la película puede entretenerte, sobre todo cuando los misterios se van desvelando, pero si desconectas en algún momento, «Ángeles y demonios» aburrirá bastante.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kaori
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