Decepcionada es poco. Me siento cansada de las mismas pamplinas en la animación contemporánea. «Your Lie in April» venía con el reclamo del casi ocho en la página y distintas recomendaciones, pero por supuesto no se puede fiar una de nada ni de nadie.

«Your Lie in April» es el típico anime plomizo de instituto con chicos de quince años adultos y un protagonista pardillo con gafas pero en realidad muy genial (en la música, en la vida personal es lo anti atractivo...), de la que todas se enamoran, sin excepción, ya tengan cinco, once o quince años. La parte musical, que es la que da los mejores momentos a través de alguna de las competiciones, es la excusa mediocre para satisfacer las fantasías de los espectadores de estar rodeado de chicas que te quieren, te admiran y te idolatran sin fisuras. La leche con la sensibilidad y la pasión que tiene la gente hacia la música clásica, ¿eh? Hasta niños de guardería, qué maravilla.

Así que no sé a quién pretende engañar, si está todo visto y oído; si se ve a leguas que Fulanita está enamorada de Menganito aunque lo disimule o lo niegue. Madre mía, y él es tan idiota que se cree las trolas… Lo peor es que quieren que el espectador participe de esa tensión, de esas dudas, pero es imposible cuando todo carece de emoción, de empatía, del vigor de una historia bien contada y estructurada.

Claro, que con estos problemas, cualquiera se interesa por la historia. El protagonista en un capítulo se acuerda de su madre cuando era mala y le pegaba y en el siguiente todo son recuerdos felices. Hijo, de verdad, ¿qué te pasa? Ve a un psicólogo, habla con tu profesora, con tus amigos. La chica es, digamos, la loca de siempre, mega extrovertida y aparentemente muy feliz que oculta una gran tristeza. Juntos deberían formar una pareja bonita, romántica, pero es lo contrario: no solo te cuesta creer en semejante flechazo, sino que en el desenlace se descubrirán algunas cosas que no habíamos visto y que convierten este romance en algo repugnante.

Además, la trama es reiterativa, repetitiva, apenas ocurre nada. Los nuevos personajes restan una barbaridad, a no ser que se entienda por sumar subirle el ego al prota, que es el verdadero sentido de este anime.

Histriónico, rayante, melodramático en su peor vertiente. Un fracaso, vamos.