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España España · Málaga
Voto de Kaori:
7
Drama Homer Bannon, un viejo ganadero del Oeste, no quiere saber nada de la nueva industria petrolera que poco a poco ha ido cambiando el rostro de la región y ha supuesto una enorme riqueza para todos, y mantiene serias discusiones con su hijo Hud. El joven es un irresponsable que necesita mucho dinero para poder mantener su lujoso tren de vida, dinero que no produce la cría de ganado. Entre padre e hijo se interpone el nieto del primero, ... [+]
26 de agosto de 2016
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una poco conocida película, aunque multipremiada con toda justicia, de Martin Ritt totalmente necesaria en su filmografía y en la filmografía del eterno Newman. De hecho, dudo mucho que las películas que competían con ella en 1963 la superen. Veremos.

La historia pone su foco en la familia de ganaderos Bannon: el padre Homer, el hijo Hud y Lonnie, nieto y sobrino respectivamente, junto con la sirvienta Alma, el único pilar femenino en este mundo de hombres. Reconozco que no tenía muchas esperanzas puestas en la película y lo cierto es que me esperaba una cinta del montón y rutinaria. En absoluto. «Hud, el más salvaje entre mil» te va atrapando en la trama con una intensidad progresiva, te arroja a la tierra de un sur ajado en blanco y negro, y te inmiscuye en unos personajes que se muestran a flor de piel. Paul Newman está superior en lo que creo que es una de sus mejores interpretaciones. Avasallador, conquistador, cínico, liberal, duro, traumatizado, implacable e insensible, asistimos durante ciento doce minutos a la última oportunidad de Hud para que enmiende su vida y se reconcilie, no solo con su padre y con su pasado, sino también consigo mismo. Pero para dar ese paso son necesarias otro tipo de agallas, otra clase de valentía que quizás el salvaje Hud no tenga.

Destacan la impresionante fotografía de James Wong y la intensidad de la dirección de Ritt en sintonía con un guion rico donde las emociones explotan y los conflictos aparecen en cada mirada y en cada palabra. Choque de ideologías y de personalidades en un drama desolador y elegante. Cine clásico de envergadura.

De paso, aprovecho para alabar una vez más la labor de doblaje de los actores españoles de la época, con Manuel Cano a la cabeza poniéndole voz y dándole alma al mismísimo Paul Newman. Extraordinarios.
Kaori
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