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España España · Málaga
Voto de Kaori:
4
Drama. Fantástico Ambientada en el sur de los Estados Unidos, en plena Depresión. Paul Edgecomb es un funcionario de prisiones encargado de vigilar la "Milla Verde", un pasillo que separa las celdas de los reclusos condenados a la silla eléctrica. John Coffey, un gigantesco hombre negro acusado de asesinar brutalmente a dos hermanas de nueve años, está esperando su inminente ejecución. Tras una personalidad ingenua e infantil, Coffey esconde un ... [+]
5 de diciembre de 2011
9 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Porque él sí que es verdaderamente inocente en medio de tanta hipocresía y mediocridad. Cierto que el señor Jingles participa en las peores partes de la película, porque no es que no aporte nada a la historia, sino que encima todas sus escenas son ridículas, pero es tan bonito que cómo voy a criticarlo.

Lo que sí puedo criticar y critico es todo el contenido de la película. El propio guión es incomprensible, por simplón y absurdo en más de una y de dos ocasiones. Dejo a un lado la dirección, los actores y hasta paso por alto la larga duración, porque sorprendentemente, como mero entretenimiento, pues sirve a pesar de las tres horas. No hay nada especialmente sublime, pero resulta correcta, aunque tremendamente previsible desde el minuto uno. Originalidad cero.

Ahora bien: que no quieran vender «La milla verde» como una parábola de Jesucristo (hasta la comparación ofende), ni como un drama (ni carcelario ni nada por el estilo), ni tampoco como profunda reflexión sobre el bien y el mal (¿pero alguien se cree ese retrato de los personajes?). «La milla verde» no es más que un panfleto fantástico con grandes pretensiones moralizantes y emocionales, pero de una vacuidad, hipocresía y falsedad espeluznantes.

Si ya de por sí ver morir a un hombre es dramático, más aún debe de ser si participas en su muerte, y aún mucho más si has tenido la oportunidad de conocerle antes. Sin embargo, parece que vemos muy lógico que estos carceleros, con el «bondadoso» Paul a la cabeza, ejecuten sin ningún titubeo a los presos que estaban a su cuidado. Luego quieren disimular, y endulzan el hecho cuando ya está podrido de raíz y el espectador (al menos yo) siente la hipocresía de todo el teatro que el director nos monta.

A partir de aquí, todo se desmorona. Porque la falacia sigue, y vemos, nos damos cuenta de que no hay implicación real de los personajes en nada de lo que les rodea ni hay compromiso con las personas; que no hay lucha por la justicia, ni por la verdad, ni por la bondad, ni por la compasión, ni por la nobleza, ni por el amor. La cobardía de los guardias es dolorosa, es vergonzosa; y el "acto de justicia" del bueno de John es más bien venganza, y lo único que consigue a mis ojos es rebajarse: si su mensaje es el amor, muy poco lo demuestra. Ahora que lo pienso... ¿cuál es en realidad su mensaje?

Podría haberla aprobado, pero la trama me ha parecido tan desaprovechada y de tal bajeza moral, que tengo que suspenderla.

La nota desorbitada se veía venir. Que lástima.
Kaori
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