Estaba faltando y aquí la tenemos: la versión hollywoodiense de la mitología egipcia. Ha tenido que ser Alex Proyas quien la hiciera, pero no pasa nada. El mundo sigue y no se ha destruido automáticamente al proyectarse su película. De verdad que no.

Veía «Dioses de Egipto» y he sentido algo muy raro. He tenido la sensación de encontrarme ante una película de espíritu clásico. Esta cinta hace treinta años con efectos especiales menos molones, se consideraría una pasada del género de aventura y fantasía. ¿Por qué? Porque somos así de elitistas y nostálgicos. Si algo se vio de niños, era maravilloso. Si la vemos de adultos, la percepción empieza a modificarse y ya no nos conformamos con una historia sencilla y un inquebrantable ánimo de entretenimiento y diversión. Mirad que yo soy muy crítica con el cine de nuestro tiempo y procuro no caer en la trampa de la nostalgia mal entendida, pero hete aquí que “Dioses de Egipto” me parece, pese a las puñaladas a las que está siendo sometida, una reivindicable película que quiere recuperar ese estilo naif, casi ochentero, desenfadado, lleno de fantasía e imaginación y con bonita moraleja de una parte del cine clásico del género fantástico.

A fin de cuentas, en «Dioses de Egipto» la trama funciona. Al principio te echa un poco para atrás por su tono y sus diálogos medio ridículos y el evidente reciclaje mitológico, de acuerdo, pero en cuanto coge ritmo, presenta a los personajes y la historia toma vuelo, la película se desenvuelve como lo que es y pretende: una cinta de evasión para toda la familia que hará que sientas un enorme interés por descubrir más sobre la cultura egipcia. Gerard Butler es el dios Seth, a quien le toca el papel de villano, en mi opinión de forma inmerecida, y Nicolaj Coster-Waldau es Horus, el bueno. Pedazos de hombretones los dos, no se puede pedir un mejor casting. El dios Ra, cuya historia en la barca solar me parece preciosa, es nada más y nada menos que Geoffrey Rush, y lo que no entiendo es que el gran Rufus Sewell no aparezca en la ficha de la película si su personaje tiene bastantes minutos. Qué ofensa.

No te asustes y échale un ojo sin prejuicios.