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Voto de Kaori:
3
7,8
72.693
2 de enero de 2018
82 de 104 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cómo se nota que «Oldboy» está basado, aunque parece que libremente, en un cómic japonés. Me resulta curioso que luego critiquen tanto el manga/anime, cuando si mirásemos un poco más allá de nuestras narices occidentales descubriríamos historias puede que mucho más impactantes y originales que las ya conocidas. Esta película es un ejemplo, aunque no sé yo si sería uno bueno o uno malo.
Nos guste o no nos guste, está claro que «Oldboy» presenta un argumento diferente que abre la puerta a un sinfín de posibilidades, a saber: el secuestro de una persona durante quince años por motivos que deberán esclarecerse. Dado este planteamiento, las preguntas surgen a raudales y yo personalmente estaba bastante convencida de que no iba a haber ninguna explicación lógica y sensata a semejante comportamiento. Luego resulta que sí hay explicación, pero para esa justificación hubiera sido mejor que no la hubiese, porque no tiene ni pies ni cabeza. ¿Final sorprendente? Vamos, hombres, si en cuanto aparece..., bueno, me voy a spoiler para no estropearle a nadie el «asombroso» desenlace; asombroso por ridículo sobre todo, desde luego que sí.
Podría pasar por alto la insensatez de la historia si al menos se presentase con el mismo ánimo insensato, pero es que no, es que la película se toma en serio a sí misma y pretende hacer reflexiones filosóficas que encuentro fuera de lugar cuando no hay quien se pueda tomar esto con un mínimo de credibilidad, de seriedad. Hubiera sido todo más fácil si los hechos se hubiesen basado en la psicopatía de un personaje, en la crueldad en sí misma, en el deseo morboso de hacer el mal. Creo que hubiera tenido incluso mucho más sentido y podría haber servido como metáfora de muchas cosas; pero esto no, lo siento.
«Oldboy» puede que sea moderadamente violenta si asociamos lo violento a lo explícito, a lo gore, pero a mí sí que me resulta violenta y desagradable, porque aunque no tengan que ponértelo delante de los ojos que le partan los dientes a un tipo con un martillo no es que sea algo bonito de imaginar. Sí coincido con algunas opiniones que dicen que no es una película dura: totalmente de acuerdo. Que la historia sea fea y asquerosa no quiere decir nada, y yo creo que a Park Chan-wook se le nota que disfruta de ese malestar, de esa sangre y de esas situaciones límite que a veces tienen un punto de humor negro.
Muy regular.
Nos guste o no nos guste, está claro que «Oldboy» presenta un argumento diferente que abre la puerta a un sinfín de posibilidades, a saber: el secuestro de una persona durante quince años por motivos que deberán esclarecerse. Dado este planteamiento, las preguntas surgen a raudales y yo personalmente estaba bastante convencida de que no iba a haber ninguna explicación lógica y sensata a semejante comportamiento. Luego resulta que sí hay explicación, pero para esa justificación hubiera sido mejor que no la hubiese, porque no tiene ni pies ni cabeza. ¿Final sorprendente? Vamos, hombres, si en cuanto aparece..., bueno, me voy a spoiler para no estropearle a nadie el «asombroso» desenlace; asombroso por ridículo sobre todo, desde luego que sí.
Podría pasar por alto la insensatez de la historia si al menos se presentase con el mismo ánimo insensato, pero es que no, es que la película se toma en serio a sí misma y pretende hacer reflexiones filosóficas que encuentro fuera de lugar cuando no hay quien se pueda tomar esto con un mínimo de credibilidad, de seriedad. Hubiera sido todo más fácil si los hechos se hubiesen basado en la psicopatía de un personaje, en la crueldad en sí misma, en el deseo morboso de hacer el mal. Creo que hubiera tenido incluso mucho más sentido y podría haber servido como metáfora de muchas cosas; pero esto no, lo siento.
«Oldboy» puede que sea moderadamente violenta si asociamos lo violento a lo explícito, a lo gore, pero a mí sí que me resulta violenta y desagradable, porque aunque no tengan que ponértelo delante de los ojos que le partan los dientes a un tipo con un martillo no es que sea algo bonito de imaginar. Sí coincido con algunas opiniones que dicen que no es una película dura: totalmente de acuerdo. Que la historia sea fea y asquerosa no quiere decir nada, y yo creo que a Park Chan-wook se le nota que disfruta de ese malestar, de esa sangre y de esas situaciones límite que a veces tienen un punto de humor negro.
Muy regular.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
En cuanto aparece Mi-do estaba claro que era la hija de Dae-su. Luego te dices que no puede ser, que ella lo recordaría, que si la hija está en Suecia, que si tendrían el mismo nombre... Así que al final, cuando el malo empieza a explicar su venganza, no tiene ni que terminar para que sepamos que, efectivamente, es la hija. ¿De verdad a nadie se le ocurrió? ¿En serio pilla tan de sorpresa?
Pero atención al plan maestro del malo, Woo-jin. Ojo a la trama. Primero que nada, aquí hay un problema de edades, porque este chico no tendrá más de treinta años y el protagonista tiene que estar cerca de los cuarenta seguro. Supuestamente, son de la misma edad, iban al instituto juntos..., ¿no? Si Woo-jin tiene treinta años, eso quiere decir que empezó su venganza... ¡¿con quince años?!
Así que las cosas tuvieron que ser poco más o menos:
Woo-jin, tras la muerte de su hermana, se queda tan traumatizado que decide echarle la culpa a alguien de esa tragedia. Al recordar que Dae-su los vio por la ventana haciendo guarrerías, decide que toda la culpa la tiene él. No el amigo ni el resto de estudiantes que propagaron el rumor, no; ni siquiera él mismo por su amor incestuoso, no, sino Dae-su.
Voy a vengarme de él, porque tiene la culpa de todo. Qué puedo hacer, qué puedo hacer... ¡Ya está! Voy a esperar a que Dae-su se case y tenga una hija (si es hijo no me vale); cuando la niña sea pequeña, voy a contratar a una empresa que se dedique a secuestrar personas por encargo; lo voy a tener retenido ahí durante quince años, voy a matar a la esposa para que la niña se quede sola y voy a cuidar de la niña «en secreto» durante todos esos años.
Esperad, que este es solo el principio. Una vez pasen quince años, voy a contratar a una experta hipnotizadora y voy a hipnotizar tanto al padre como a la hija para que se conozcan y se enamoren... Esto puede ser un poco complicado, ¿no?, pero soy rico y tiene que haber venganza, así que no pasa nada. Cuando se enamoren, ella se lo llevará a su casa y se acostará con él a los tres días de haberlo conocido. Está todo calculado.
Y repito: todo mi plan se basa en la hipnosis. La hipnosis.
Una vez ocurra todo esto, Dae-su dará conmigo y yo le contaré la verdad. Se volverá loco, se cortará la lengua y yo, bueno, cumplida mi venganza me suicidaré...
Lo peor no es que lo planee, sino que ocurra punto por punto...
Hijo mío, lo has bordado.
Pero atención al plan maestro del malo, Woo-jin. Ojo a la trama. Primero que nada, aquí hay un problema de edades, porque este chico no tendrá más de treinta años y el protagonista tiene que estar cerca de los cuarenta seguro. Supuestamente, son de la misma edad, iban al instituto juntos..., ¿no? Si Woo-jin tiene treinta años, eso quiere decir que empezó su venganza... ¡¿con quince años?!
Así que las cosas tuvieron que ser poco más o menos:
Woo-jin, tras la muerte de su hermana, se queda tan traumatizado que decide echarle la culpa a alguien de esa tragedia. Al recordar que Dae-su los vio por la ventana haciendo guarrerías, decide que toda la culpa la tiene él. No el amigo ni el resto de estudiantes que propagaron el rumor, no; ni siquiera él mismo por su amor incestuoso, no, sino Dae-su.
Voy a vengarme de él, porque tiene la culpa de todo. Qué puedo hacer, qué puedo hacer... ¡Ya está! Voy a esperar a que Dae-su se case y tenga una hija (si es hijo no me vale); cuando la niña sea pequeña, voy a contratar a una empresa que se dedique a secuestrar personas por encargo; lo voy a tener retenido ahí durante quince años, voy a matar a la esposa para que la niña se quede sola y voy a cuidar de la niña «en secreto» durante todos esos años.
Esperad, que este es solo el principio. Una vez pasen quince años, voy a contratar a una experta hipnotizadora y voy a hipnotizar tanto al padre como a la hija para que se conozcan y se enamoren... Esto puede ser un poco complicado, ¿no?, pero soy rico y tiene que haber venganza, así que no pasa nada. Cuando se enamoren, ella se lo llevará a su casa y se acostará con él a los tres días de haberlo conocido. Está todo calculado.
Y repito: todo mi plan se basa en la hipnosis. La hipnosis.
Una vez ocurra todo esto, Dae-su dará conmigo y yo le contaré la verdad. Se volverá loco, se cortará la lengua y yo, bueno, cumplida mi venganza me suicidaré...
Lo peor no es que lo planee, sino que ocurra punto por punto...
Hijo mío, lo has bordado.