Para los que quieran ver esta serie: No abandonéis en el primer episodio. Casi lo hago y me habría perdido una de las mejores series que he visto. El ambiente es frío y el ritmo es lento, no obstante y sin darte cuenta, ambos protagonistas consiguen formar un tándem tan peculiar como envolvente que te engatusa y casi sin percatarte ya no hay marcha atrás, no puedes dejar de ver un episodio tras otro. Nada que ver con los clichés habituales; los silencios hablan por sí solos, no se requiere de violencia ni del morbo habitual de este género. Simplemente funciona sin necesidad de artefactos ni de grandes "malabares". Una trama interesante, un buen guión, una interpretación impecable por la mayoría, y una puesta en escena "al dente", no se derrocha ni una palabra cuando no se necesita, y eso es de agradecer.

Destacar por último la gran interpretación de Joel Kinnaman ("Holder" en la serie). Creo debiera ser reconocido... Si bien Mireille Enos no llega a convencerme, ambos consiguen como explico una pareja que apetece volver a ver.

¡Gratísima sorpresa pues saber que van a lanzar una cuarta temporada en Netflix!