Infumable bodrio en el que Kevin Smith, ese cineasta sobrevalorado, y que solo ha trabajado por ser amiguete de los Weinstein, se pasaba al cine de género, después de varios fracasos con sus últimas comedias. Personalmente nunca me ha gustado el cine de Smith (quizá solo pueda rescatar 'Chasing Amy' de su filmografía), por lo que solo he visto esta peli para ver si en otro género se desenvolvería mejor, pero ya he visto que no. La peli es un batiburrilo de escenas sin sentido, personajes sin ninguna chispa (los tres chicos, que parece que vayan a ser los protas, y luego se quedan en nada), o personajes insoportables como el pastor, o el personaje de Melissa Leo, por no hablar de la chica de la secta, personaje que chirría en cada escena. Entiendo que para hacer de fundamentalistas religiosos, los personajes tienen que estar un poco pasados de vueltas, pero como mínimo hay que darles un poco de historia, para que podamos ver el porque de su extremismo. Si a todo esto añadimos que la cinta es aburrida (y eso que solo dura 82 min.), que tiene una estética de cine de videoclub que echa para atrás, y ciertas escenas ridículas como la de las trompetas, nos encontramos ante la tumba cinematográfica de un tipo que nunca tuvo talento, pero que supo moverse en los círculos adecuados.

Lo mejor: Un par de cameos de protagonistas de la serie 'Breaking Bad'.
Lo peor: Todo lo demás.

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