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España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
4
Aventuras. Acción Bretaña, año 117 de nuestra era. Tras un ataque de la guerrilla local que ha diezmado la legión, un grupo de soldados romanos lucha por salvar la vida. Pertenecen a la IX legión, la más legendaria por su valor. La misión de los supervivientes, liderados por Quintus Dias (Michael Fassbender), es resistir hasta llegar a la frontera, antes de que las hordas de la feroz y vengativa Etain (Olga Kurylenko) acabe con todos ellos. (FILMAFFINITY) [+]
4 de octubre de 2010
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cenutrio es el único adjetivo que me viene a la cabeza para definir al guionista (que, para más Inri, es el propio director) que transformó lo que, retocando un par de flecos podría haber sido una joya más del género, en un irregular film con un último tercio totalmente sonrojante.

La cuestión es que el último intento de Marshall por seguir abriendo filones cerca de géneros más cercanos a la marginación que al destino de un público mayoritario arranca con cierta rabia: cierto es que esa manía de querer añadir voz en off incluso donde no es necesaria pudiera lastrar ese tramo, puesto que aunque en ocasiones aporta datos, se siente forzada en exceso, pero en el fondo no hay nada que sea una real molestia. La fotografía nos guía con mano maestra por preciosos parajes sin necesidad de parecer postales, los intérpretes logran sin demasiada fuerza pero con el suficiente envite que no nos importe conocerlos un poco más, y la historia, no menos típica de lo que cabría esperar, cae con elegancia sobre las manos de un cineasta que logra transmitir la dedicación y esmero a cada uno de sus fotogramas.
Su transcurso, además, deja detalles dignos de mención que nos dan una ligera idea de como podía llegar a ser de crudo ese periodo, eso sin olvidar que las soluciones planteadas para avanzar en la trama en ningún momento parecen cogidas con pinzas, ni hacen que el conjunto se resienta.

Es en el último tramo, cuando al fin se rompe con totalidad el tono de la obra: de obtener un producto compacto, interesante y ciertamente descarnado, a vernos sorprendidos por una blandenguería y poca fuerza que, además de no hacer justicia al conjunto, sacan a la palestra un personaje que termina derruyendo el nivel hasta el momento mantenido y, para colmo, sólo sirve para brindarle a Marshall una conclusión que, despejada minutos antes, hubiese dejado un gran colofón a una irregular propuesta, pero culminada del modo en que lo hace el director de "The Descent", lo único que deja es mal humor por haber desaprovechado una oportunidad como esta.
Grandine
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