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España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
8
Terror. Comedia. Fantástico Francesco Dellamorte es el cuidador del cementerio de Buffalora, un pueblo del norte de Italia. Dellamorte vive una vida solitaria apartado del mundo; su único amigo es Gnaghi, un pequeño, feo, lisiado y mudo compañero con el que comparte su ronda diaria por el cementerio. Desde hace algún tiempo, los muertos enterrados en el cementerio de Buffalora reviven debido a una súbita y misteriosa epidemia. Dellamorte tendrá que impedir que los ... [+]
27 de octubre de 2006
62 de 74 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por norma general, suelo escribir un título a mis críticas distinto del que da nombre al film, sin embargo, esta vez he decidido no hacerlo así. ¿Por qué? La respuesta es sencilla: Porque estoy harto de que macacos mononeuronales se dediquen a destrozar un título tras otro a la llegada a nuestro país. Siempre ha sucedido, y siempre sucederá, que si "Teléfonos rojos", "Semillas del diablo" (que destrozó el film, llanamente) y, últimamente, "Infiltrados". Lo que distingue este caso en particular, es esa bazofia de título que puede llevar a pensar a muchos que nos hallamos ante el típico producto medio casposo cuyo atractivo reside en su cutrerío, pero ni de coña es así, pues Dellamorte dellamore (De la muerte y del amor) posee grandes virtudes, y entre ellas el brillante mensaje que destila tras ese magnífico título, que concuerda a la perfección con algunas de las vertientes que se ven exploradas de modo fascinante en esta cinta.

En la película, tras un genial prólogo que nos presenta la peculiar situación vivida por el protagonista durante su ardua jornada laboral, Michele Soavi entra pronto en materia, mostrándonos los andares y venires de un personaje muy bien definido, y que aporta unos tintes muy buenos a la historia, con esa actitud seca y fría en su particular 'modus operandi'.
Quizá, después de un arranque tan esplendoroso, donde extrañas situaciones y geniales diálogos se suceden uno tras otro, la poca entereza del nudo pueda llegar a desmotivar al espectador, aun y viéndose este ensalzado por secuencias de un tono medio humorístico de lo más idoneo, que ofrecen un aliciente más para seguir pegado a la pantalla con una historia que, pese a parecer que no lleva a ninguna parte en algún que otro momento, mantiene un magnífico ritmo narrando las peripecias de Francesco Dellamorte, el particular ciudador del cementerio de un pequeño pueblo donde los muertos resucitan durante el séptimo día de su entierro.
La idea original, por simple que pueda parecer, a cada minuto va adquiriendo un cariz más serio y maduro, ofreciendo un desarrollo completamente sorpresivo en determinados puntos y donde, tanto los personajes secundarios como ciertos aspectos del film otorgan unas cualidades soberbias a la obra de Soavi.

De este modo, y después de algo más de una entretenidísima hora, poco podía imaginar yo el giro que daría la película para tomar un cauce mucho más serio y determinante, mostrando verdaderamente sus intenciones, y concluyendo en un final desasosegante, hipnótico, palpitante y estremecedor, de esos que le hacen a uno revolverse. Aunque, sinceramente, el adjetivo que mejor detallaría el aluvión de sensaciones que recorrieron mi mente al finalizar el film, no es otro que el de indescriptible.
Eso sí, mentiría si dijese que he entendido la obra en todos sus vertientes, pues la cantidad de matices y tonalidades que adquiere hacía su conclusión es aturdidora.
El primer visionado es para disfrutarlo, los siguientes, para comprenderlos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Grandine
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