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Voto de adriancasantos:
4
Ciencia ficción. Aventuras. Fantástico Muchos años antes de conocer a Luke Skywalker y la Princesa Leia, en una galaxia donde impera el caos y existen numerosas bandas criminales, el joven Han Solo consigue huir del planeta Corellia, pero atrás queda su amada Qi'ra, y Han promete volver a por ella algún día. Tras apuntarse a la Academia Imperial para ser piloto, Han conoce a un wookie llamado Chewbacca y más tarde al famoso jugador Lando Calrissian, dueño del Halcón ... [+]
30 de mayo de 2018
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
En sintonía con los ocres desgastados y los grises mustios que imprime Bradford Young (director de fotografía) a la película, la expresión de Ehrenreich destila tedio y mediocridad en un personaje que pedía a gritos carisma. Esta falta de empaque y profundidad del protagonista, junto con la inentendible y casi agónica carencia de luz, color y textura en la fotografía de una supuesta odisea espacial, son quizás los problemas más aberrantes y llamativos del título, pero no los únicos.
Vivimos la época del conformismo, del consumismo pasivo y de la falta de una mínima exigencia en el entretenimiento. Spin offs, secuelas, precuelas, secuelas de precuelas y viceversa copan las salas de cine con un público que no es que reclame más de lo mismo, pero que tampoco exige alternativas. Un bucle peligroso que engrosa los bolsillos de los mastodontes ejecutivos de Hollywood y dinamita cientos de proyectos verdaderamente originales.
Ojo, no es mi intención señalar que todas estas producciones carezcan de ambición artística. “Rogue One”, sin ir más lejos, es una película notable. Sin embargo, si todo este empeño se encauzase hacia proyectos verdaderamente novedosos, los resultados serían mucho más estimulantes y los fracasos, desde luego, no tan terriblemente bochornosos.
Reconstruir un icono generacional como Han Solo, encumbrado entonces por un Harrison Ford tan fascinante que tuvo que renegar del personaje para poder continuar su carrera sin la inevitable asociación con su alter ego, es realmente arriesgado, y más aún cuando quien se mete en sus zapatos o bien no está a la altura, o bien es víctima de una producción problemática plagada de inconvenientes, con plazos imposibles y cambio de director incluidos.
Sea cual sea el motivo, el resultado es el mismo: un Han Solo descarriado con una media sonrisa muy distinta a la de su predecesor. Donde había carisma, picardía y gracia ahora solo vemos, estupefactos, a un actor que no entiende a su personaje. Un personaje que no se encuentra en un guion que cabalga, también sin ubicarse, entre el añejo clasicismo western y la necesidad de ofrecer espectacularidad a su nuevo público millenial.
Como diría M.Rajoy, señores, una película “Frankenstein”.
adriancasantos
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