El título ya lo dice todo, y es el que el señor Jackson no engaña a nadie. Si la ves, sabes a lo que te expones. Así que gente de lágrima fácil, adicta a las películas románticas, absténganse de ver ésta película porque saldrán entre horrorizados y traumatizados a partes iguales.

Desde un principio, Peter Jackson nos abre las puertas para que entremos en su particular pesadilla de lo que es para él el gore, combinado con un inteligente humor negro, haciendo que el visionado sea menos traumático y mas llevadero. Porque el gore sin humor es enfermizo y de mal gusto. Y vaya si lo consigue. Pues" Braindead" (que viene a significar cerebro muerto; referido a un zombi) y "tu madre se ha comido a mi perro"; (lo cual se puede ver perfectamente en la pantalla) cuenta lo que es el título. Por lo tanto es una película seria que dice ser lo que es y que no necesita de un eslogan pomposo o de una portada espectacular para engañar al espectador.

Nunca he sido seguidor del gore, habiendo otros estilos afines a éste genero mas interesantes como el terror mas psicológico y menos visual o el thriller, pero en ésta ocasión he de felicitar al señor Peter Jackson porque cuando se propone hacer algo, la mayoría de las veces lo consigue y con nota.
Viendo la cantidad de películas gore que hay y mas las españolas que llegan a ser ciertamente penosas, hay que decir que en Braindead nos vamos a encontrar con algo totalmente distinto. Ya que en ésta particular cinta de crudo terror-humorístico veremos:

- El romance agitado de sus dos protagonistas. Una pareja de jóvenes, cuyo amor parece resistir los embates de los muertos vivientes, por muy mal que se pongan las cosas en la casa-matadero zombi.

- Tenemos toques de humor negro para ciertas escenas donde el exceso de sangre deja de tener cierta importancia, al ver la reacciones entre cómicas y patéticas de algunos de los zombis.

- Podemos ver una especie de retrato sarcástico de lo que podría ser la elitista sociedad neozelandesa cuando es atacada por una turba de zombis.

- El contexto religioso frente a los muertos vivientes y la desternillante pelea de artes marciales del cura del pueblo dejando K.O. a los cuerpos podridos sin cerebro.

Y es que Peter Jackson, a mi modo de ver, parece haberse inspirado en ciertos elementos de la película "Evil Dead: Posesión Infernal" para componer su particular visión de lo que podría ser una buena película de gore. A fuerza de ser cruda y en ciertos aspectos impactante o repulsiva, la cinta mantiene su coherencia, sin dejar en ningún momento de ser una película de baja calidad, sin caer en la serie B o la serie Z para justificar una chapuza cinematográfica. Mostrando lo que el espectador demanda en cada momento, convenciéndonos sin darnos cuenta de que hemos visto una película de gore, que a pesar de los litros y litros de sangre vertida nos deja sin embargo un buen sabor de boca.

Realmente meritorio es el desarrollo que lleva la película. En su inicio empieza como una historia en una isla perdida con toques de gore, que puede recordar a una versión cómica de "Holocausto Canibal", para convertirse en una comedia romántica con toques de humor negro de zombis, para acabar convirtiéndose en un festival zombi de sangre. Y es que Braindead es como un animal peligroso enjaulado, como lo liberes se desata la locura.