Utilizar el síndrome de down de la niña de esa manera...; para dar pena, para ultrajarla de la peor forma...
Escenas o situaciones aberrantes:
- Todas en las que aparece Andrés Lima, interpretación delirante para un personaje tan pasado de madre como ridículo y espeluznante, entre muy chusco y muy sórdido, completamente inverosímil y disparatado, efectista y estúpido y sensancionalista y...
- Cuando Silvia Abascal (ella es estupenda, la pobre no tiene ninguna culpa) rompe con su prometido de un modo tan sutil. Es de un obvio y artificial que asombra y abruma.
- Lo del aborto, todo eso, dios mío...
- La resurrección de Nadia.
- La sosería abismal del buen chaval.
- La carrera completa de Angelito.
- La historia del abuelo.
- Todo lo de Franco, por previsible, consabido, facilón y manso.
Todo está mal contado, todo es provocado en el peor sentido, construido, se ven todo el rato los hilos, no hay ningún tiento ni disimulo, se rompe cualquier posibilidad creativa al ser tan burdo el andamiaje ficticio, no ha lugar, no te dan ninguna opción, a la suspensión de la incredulidad.
La parte simbólica o alegórica no casa con la cotidiana o doméstica, nada pega con nada, todo está metido a lo que salga.
Casi le da la vuelta al aire, de tan exagerada o poco pudorosa, y se vuelve buena, por un breve instante casi lo logra, pero ni por esas, no se atrevieron siquiera a lanzarse al vacío del puro delirio, es hasta contenidamente horrorosa.
Moralmente viscosa, argumentalmente roma y políticamente hueca.