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Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
4
Drama. Romance Año 1851. Ada, que es muda desde niña, acaba de enviudar. Un matrimonio concertado la obliga a dejar su Escocia natal y viajar a Nueva Zelanda, acompañada de su hija y de su piano. Allí conoce a su futuro marido, un próspero granjero que se niega a llevar a casa el piano. Abandonado en la playa, el instrumento será rescatado por un vecino que establece un extraño pacto con Ada: él la dejará usar su piano a cambio de que ella se deje tocar. (FILMAFFINITY) [+]
23 de diciembre de 2014
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más que una película, es una fantasía erótica. No muy original (¿"El amante de Lady Chatterley"?).
"Una extraña criatura"; mujer especial, sensible y de gran carácter, incomprendida, muda (no por nacimiento o enfermedad, qué va, sino que más bien como refugio ante la ordinariez -esos hombres que la traen en medio del oleaje y esas mujeres que la rodean en el día a día son un buen ejemplo- y brutalidad -su marido- del mundo, ante la necedad de los que no son precisamente como ella), con grandes cualidades artísticas y un alma pura vive tórrido y complicado (no hacen más que ponerles dificultades a los pobres) romance con un/el "Hombre", viril, analfabeto (se suele asociar, como tópico primario, lo intelectual o refinado, las buenas formas con la debilidad o la "impotencia", y lo contrario, a más bruto más macho, a más rudo y sin educar más generoso, apasionado y gran amante, "el hombre cuanto más feo más hermoso" es la frase definitiva en estos casos, cuanto más malo y canalla y peligroso, mucho más atractivo e irresistible, dónde va a parar), decidido, auténtico, libre y de gran carácter (como ella) que también sufre la ignorancia del resto respecto a su tamaño humano. A eso únele, para darle mayor exotismo y aventura, una tierra lejana (Nueva Zelanda), nativos "pintorescos" (sabor genuino que se dice) y, como remate o gloria, sitúa el "sueño sexual" en un tiempo pasado, en un entorno salvaje, entre románticos océanos de románticas olas encrespadas y románticos amores desatados. Lo malo es que la cosa no queda ahí; podría haber tenido cierta gracia si así hubiera sido. Pues no, hay que montar una película que guste a la mayor cantidad de gente posible (lo cual es de sentido común). Y en ese proceso, al intentar que ese deseo furioso entrambos, o tal vez anhelo, pulsión, arrebato o como lo queramos llamar sea creíble, verosímil o posible, narrativamente aceptable incluso, la cosa chirría lo suyo, disparata, cruje, hace agua por todas partes; se pasa de la aspiración sublime a la constante amenaza del ridículo, al chiste chusco involuntario.
Detrás de tanta tontuna borrascosa, en verdad lo que vemos es a una insufrible, caprichosa, desagradable, borde, egocéntrica y engreída mujer que se va a casar con un memo integral, de campeonato (necesita una hora de película para enterarse de algo cuando solo hubiera faltado que se lo anunciasen con un cartel en letras de neón), y que se enamora de un tipo grotesco que se pasea desnudo, acaricia pianos, no dice más que tontadas y pone caras de malote de tercera.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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