Héroe por accidente. El protegido. Sin miedo a la vida. El cazador. El color del dinero. Los sin nombre. Crash.
Mucho uy uy uy y poco ay ay ay, demasiado uuuuuu y escaso lerele. El truco del mago, el timo del tocomocho, debajo del sombrero no hay nada, agua de borrajas, un hueco o agujero, en la manga, humo, vaho.
Posterga, retrasa, presenta/cuenta las cosas hacia atrás, del resultado va a la causa, enigma, despista y tantea para después de un más o menos largo tiempo darte una explicación que o no es nada convincente o te interesa una mierda y ya te digo yo, (no) lo sé por experiencia (yo vuelo, alto), que si te estampas contra un árbol corriendo a toda hostia ciegamente la cosa no se arregla con un poco de sangre (a vivir que son dos días, levántate y anda) y adiós muy buenas a tomar por culo las bicicletas, eso acaba como el rosario de la aurora, tu cuerpo un despojo, tu cara un mapa (de carreteras, con circunvalaciones, badenes y rotondas, toda la pesca), tu alma un guiñapo, un cromo, un adefesio, hospital con suerte y hasta harto probablemente la puta muerte de frente, el túnel, el acabose, riendo entre dientes, eres tonto, no lo cuentes, (te sacarán) cantares.
Fría por su inanidad su nada, fallida por rebuscada sin motivo, rizar el rizo mientras tanto, banal por recurrir a trucos recursos meandros pulp sobados ampulosos, a campos de concentración, judíos, holocausto, accidentes de avión, de coche, ruletas rusas, superpoderes y otras chatarras de variada índole o condición, impostura, artificio, frivolidad, tontería, la chica de la curva.
Es pomposa, estirada y pretenciosa cuando quiere, se supone, ser solo un esmerado divertimento, un sofisticado intrincado pasatiempo, un mero ilustrado juego. Le falta humor, sustancia, garra, gracia, fundamento, es metálica, ausente, vacua. No está bien engarzada la ingeniera imaginería con lo complejamente humano, lo cerebral con su encarnadura, es plana, efectista, rimbombante, mequetrefe, poca cosa finalmente, mecánica, palanca.