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Voto de Ferdydurke:
4
6,3
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Fantástico. Acción. Ciencia ficción. Aventuras
Cuando Tony Stark intenta reactivar un programa caído en desuso cuyo objetivo es mantener la paz, las cosas empiezan a torcerse y los héroes más poderosos de la Tierra, incluyendo a Iron Man, Capitán América, Thor, El Increíble Hulk, Viuda Negra y Ojo de Halcón, tendrán que afrontar la prueba definitiva cuando el destino del planeta se ponga en juego. Cuando el villano Ultrón emerge, le corresponderá a Los Vengadores detener sus ... [+]
4 de mayo de 2015
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
"O un bastardo de platino". Y el pelma de la función, Ultrón, en verdad eres ultra melón, y un tostón. Seguro que ni bailas reguetón, copón, que no vales ni un cojón, pedazo de mamón. Perdón, pero esto es lo primero que sale de mi bello ingenio cinco minutos después de acabar la función. Tras las cabezadas, no da más de sí mi pobre cabezón.
Dejémonos de idioteces y ripios precoces y vayamos al grano, a desmenuzar esta obra magna; oscura, pesada y confusa. Es hora de la hermenéutica y el análisis sesudo.
Vamos a ver, teniendo en cuenta su complejidad ominosa y delirio mostrenco, yo diría que este guion parece escrito en colaboración, a seis pies y con tres culos, los de Freud, Nietzsche y Strindberg concretamente, después de haber sido secuestrados, sodomizados, empastillados y sometidos a sádicas sesiones de la filosofía del espíritu de Hegel dictadas por el Pato Donald tras haberse dado un atracón de anfetaminas mezcladas con somníferos para cazar elefantes nigerianos.
A ver si nos entendemos. Tal y como yo lo veo la historia es algo tal que así: un tal Ultrón que es muy molón el cabrón, una especie de fuerza abismal, pura luz y verdad, un buen día le da por desdoblarse e invadir otro ente, también cuasi divino, para autodestruirse más tarde, volver a nacer obviamente, ya hipervitaminado, mineralizado y anabolizado (como apunta sabiamente el tío "Tony"), crear un mini yo absurdo y soltar discursos abstrusos, muy crípticos y tremendistas, sobre la nada esencial y el destino de la raza humana. Es decir, se enfrenta a Los Vengadores en un duelo a muerte tremebundo, a última sangre, supercalifragilísticoespialidoso.
Tamnién tenemos a Hansel y Gretel, Claus y Lucas, los gemelos (¿mellizos?) del Este, rápidos y mortales, malos y buenos, guapos y feroces, hermosos y malditos.
Y, finalmente, para que no falte de nada, la inefable retahíla de Vengadores; desde el insufrible, con perdón, Capitán América, pelea que da gusto pero ver a ese actor..., hasta los consabidos Thor (bromista sin causa, de guardería, más bien humor para nonatos), Iron Man (otro gran cómico de la legua, con esos fascinantes primeros planos en los que, cual Manolo Lama narcotizado y recitando la Biblia, nos narra sus vuelos y revolcones) y la Romanoff calentando a la Masa, que el muy casto eleva la famosa expresión "no soy de piedra" a la categoría de sentencia budista (nirvana, renuncia y armonía en algarabía feliz). Sin olvidarnos en ningún momento del arquero, ese ojo de halcón que asemeja al de un triste aguilucho, en verdad un gran muermo, un patético Robin Hood de última generación que nos aburre con su familia de postal y su granja de IKEA, seguro.
La primera parte, salvo el bello prólogo mamporrero, es atorrante, no la salva ni la traca final. Quedamos postrados, apaleados por tanto chiste de rigor, reflexión pistonuda, identidades cambiantes, sueños, pesadillas, discursos, niños en apuros..., con lo que llegamos, como maratonianos después del Km cuarenta, agotados y hundidos a ese pandemónium fallero con el que nos quieren compensar por tanta afrenta, penalidad y relleno grasiento, esa inflada enormidad para nada.
Dejémonos de idioteces y ripios precoces y vayamos al grano, a desmenuzar esta obra magna; oscura, pesada y confusa. Es hora de la hermenéutica y el análisis sesudo.
Vamos a ver, teniendo en cuenta su complejidad ominosa y delirio mostrenco, yo diría que este guion parece escrito en colaboración, a seis pies y con tres culos, los de Freud, Nietzsche y Strindberg concretamente, después de haber sido secuestrados, sodomizados, empastillados y sometidos a sádicas sesiones de la filosofía del espíritu de Hegel dictadas por el Pato Donald tras haberse dado un atracón de anfetaminas mezcladas con somníferos para cazar elefantes nigerianos.
A ver si nos entendemos. Tal y como yo lo veo la historia es algo tal que así: un tal Ultrón que es muy molón el cabrón, una especie de fuerza abismal, pura luz y verdad, un buen día le da por desdoblarse e invadir otro ente, también cuasi divino, para autodestruirse más tarde, volver a nacer obviamente, ya hipervitaminado, mineralizado y anabolizado (como apunta sabiamente el tío "Tony"), crear un mini yo absurdo y soltar discursos abstrusos, muy crípticos y tremendistas, sobre la nada esencial y el destino de la raza humana. Es decir, se enfrenta a Los Vengadores en un duelo a muerte tremebundo, a última sangre, supercalifragilísticoespialidoso.
Tamnién tenemos a Hansel y Gretel, Claus y Lucas, los gemelos (¿mellizos?) del Este, rápidos y mortales, malos y buenos, guapos y feroces, hermosos y malditos.
Y, finalmente, para que no falte de nada, la inefable retahíla de Vengadores; desde el insufrible, con perdón, Capitán América, pelea que da gusto pero ver a ese actor..., hasta los consabidos Thor (bromista sin causa, de guardería, más bien humor para nonatos), Iron Man (otro gran cómico de la legua, con esos fascinantes primeros planos en los que, cual Manolo Lama narcotizado y recitando la Biblia, nos narra sus vuelos y revolcones) y la Romanoff calentando a la Masa, que el muy casto eleva la famosa expresión "no soy de piedra" a la categoría de sentencia budista (nirvana, renuncia y armonía en algarabía feliz). Sin olvidarnos en ningún momento del arquero, ese ojo de halcón que asemeja al de un triste aguilucho, en verdad un gran muermo, un patético Robin Hood de última generación que nos aburre con su familia de postal y su granja de IKEA, seguro.
La primera parte, salvo el bello prólogo mamporrero, es atorrante, no la salva ni la traca final. Quedamos postrados, apaleados por tanto chiste de rigor, reflexión pistonuda, identidades cambiantes, sueños, pesadillas, discursos, niños en apuros..., con lo que llegamos, como maratonianos después del Km cuarenta, agotados y hundidos a ese pandemónium fallero con el que nos quieren compensar por tanta afrenta, penalidad y relleno grasiento, esa inflada enormidad para nada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Tanto rollo y embeleso para acabar en lo de siempre. El guantazo y tentetieso. La destrucción a todas horas.
Y digo yo, si para hacer una peli de superhéores es obligatorio que duren por lo menos ciento cincuenta minutos y para ello se dedican a meter morralla y tontería sin ton ni son, ¿por qué no dedican mejor todo el metraje a la pelea sin más? Ya lo estoy viendo: Los Vengadores se vuelven locos, Ultrón, pelón, les infecta la rabia a través de Batman, pasaba por allí y es murciélago, ya sabemos que pajarillo peligroso y muy rabioso, por lo que se dedican a destruir el mundo a conciencia, con toda la gente dentro, nada de mariconadas ni evacuaciones chorras a última hora, país a país, hombre a hombre, durante toda la peli. Y al final, ya con nada que romper, se inmolan a lo bonzo, la madre Tierra convertida en una inmensa y bellísima pira funeraria, como gigantesco barco, de polvo no más, surcando el espacio y celebrando un melancólico funeral vikingo.
Esta película definitiva sería muda y en blanco y negro, todo el dinero recaudado iría destinado a la ONG "Toma el dinero y corre" y realmente se titularía "Los Vengadores se vengan, de verdad, sin Ultrones de los cojones, basta ya de tantos borbotones", ganaría la Palma de Oro en Cannes y arrasaría en la noche de los Óscar, el premio final se lo daría Obama en una colonia de Plutón, lo juro por Ultrón.
Y digo yo, si para hacer una peli de superhéores es obligatorio que duren por lo menos ciento cincuenta minutos y para ello se dedican a meter morralla y tontería sin ton ni son, ¿por qué no dedican mejor todo el metraje a la pelea sin más? Ya lo estoy viendo: Los Vengadores se vuelven locos, Ultrón, pelón, les infecta la rabia a través de Batman, pasaba por allí y es murciélago, ya sabemos que pajarillo peligroso y muy rabioso, por lo que se dedican a destruir el mundo a conciencia, con toda la gente dentro, nada de mariconadas ni evacuaciones chorras a última hora, país a país, hombre a hombre, durante toda la peli. Y al final, ya con nada que romper, se inmolan a lo bonzo, la madre Tierra convertida en una inmensa y bellísima pira funeraria, como gigantesco barco, de polvo no más, surcando el espacio y celebrando un melancólico funeral vikingo.
Esta película definitiva sería muda y en blanco y negro, todo el dinero recaudado iría destinado a la ONG "Toma el dinero y corre" y realmente se titularía "Los Vengadores se vengan, de verdad, sin Ultrones de los cojones, basta ya de tantos borbotones", ganaría la Palma de Oro en Cannes y arrasaría en la noche de los Óscar, el premio final se lo daría Obama en una colonia de Plutón, lo juro por Ultrón.