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Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
5
Romance. Drama En Montreal, tres amigos íntimos se ven involucrados en un triángulo amoroso. Marie (Monia Chokri) y Francis (Xavier Dolan) conocen un día a Nick (Niels Schneider), un chico recién llegado del campo. Pronto empieza a surgir entre ellos un vínculo sentimental. (FILMAFFINITY)
25 de febrero de 2015
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Juego intrascendente y bonito. Como un documental amoroso o un ensayo sobre la nada (del deseo).
Chico y chica, amigos, enamorados de la misma persona; en verdad, él, el objeto amado, es más una idea, una metáfora, un símbolo; la excusa que desencadena las obsesiones, autistas, de los protagonistas, la necesidad de amar, de engañarse, de creer, de poner en algo exterior un reclamo interior.
Sería una reflexión sobre cómo construimos nuestras historias a partir de nuestros deseos; siendo tan egoístas y obtusos que no somos capaces de ver más allá de nuestras narices, que desoímos las señales evidentes de la realidad.
Otra opción es pensar que Nick, el bello "David" de Dolan, con su hermosura de Apolo clásico, es un cruel, un frío, un miserable diosecillo que maltrata a sus pobres víctimas, una deidad del amor que se ríe ellos, un Cupido retorcido que evidencia sus ridiculeces y miserias, que les hace ver que son nada, menos que cero.
La estructura es sencilla. Se alternan los comentarios de una serie de jóvenes sobre sus insatisfacciones sentimentales con la historia del trío, se juega con la difusa línea que separa lo real de la ficción, el estudio sobre un asunto mezclado con su versión imaginada, lo teórico con lo práctico. Lo uno alimenta lo otro y acaban siendo indistinguibles; la misma confusión, solipsismo, vanidad y estupidez; la misma insistencia enfermiza y gratuita.
El Amor en los tiempos modernos o cómo amarse a sí mismo por encima de todas las cosas, sin ver a los demás; autocomplacencia mema y narcisista. Niños eternos, sin madurar.
Se utiliza con brillantez la música, especialmente el Bang Bang (gran canción) y Bach en Cello (con el famosísimo y bellísimo y muy utilizado Preludio de la Suite No.1).
Tiene cierta gracia, pero es bastante frívola, insulsa y vacía. Hay humor, ironía sana, inteligencia también, pero poco sustento y nula sustancia. Un mirarse al ombligo vano y precioso, también prescindible. Se deja ver, pero aporta entre poco y nada.
Ferdydurke
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