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Voto de Ferdydurke:
4
5,8
2.661
Thriller. Drama. Intriga
En 1999, el policía Zhang Zili abandona el cuerpo tras la traumática muerte de dos de sus compañeros durante la investigación de un asesinato finalmente no resuelto. Cinco años después, el asesino vuelve a la carga, y Zhang, convertido ahora en un guardia de seguridad con problemas de alcoholismo, se plantea intentar capturarlo por su cuenta. (FILMAFFINITY)
7 de octubre de 2014
19 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dispersa, difusa y confusa. Cine negro chino con ínfulas.
Curiosa película. Extraña opción.
La cosa es la siguiente: el director ha elegido saturar su historia de bellos cuadros y relegar la trama. Ha potenciado la estética en detrimento de la ética (narrativa); el resultado es una suma asfixiante de hermosos planos, retorcidos y rebuscados, con una excusa argumental pobre y, por momentos, ridícula.
Primero se muestran las hipnóticas y turbadoras imágenes, más tarde, mucho más tarde a veces, se dan las explicaciones (peregrinas) pertinentes. Avanza en zigzag, de forma oblicua e indirecta, deteniéndose en naderías, buscando obsesivamente el hallazgo (visual) pistonudo que sorprenda y arrebate.
Todo esto provoca morosidad, frialdad inane, desinterés y desapego. Una distancia gélida que nada dice, que poco aporta, que solo incide en el evidente talento formal del autor.
Un fracaso desolado.
Muy en el fondo, detrás de la excusa macabra, se atisba una China glacialmente sórdida, triste y enferma. También asoma un retrato líricamente feroz sobre la desconexión y el desconcierto.
Historia contada a hachazos, sin fluidez ni sentido. Trata de hacer un fresco a través de una investigación criminal; juega con el tiempo y los espacios, pero le pierde la vacuidad barroca, la pose innecesaria.
Curiosa película. Extraña opción.
La cosa es la siguiente: el director ha elegido saturar su historia de bellos cuadros y relegar la trama. Ha potenciado la estética en detrimento de la ética (narrativa); el resultado es una suma asfixiante de hermosos planos, retorcidos y rebuscados, con una excusa argumental pobre y, por momentos, ridícula.
Primero se muestran las hipnóticas y turbadoras imágenes, más tarde, mucho más tarde a veces, se dan las explicaciones (peregrinas) pertinentes. Avanza en zigzag, de forma oblicua e indirecta, deteniéndose en naderías, buscando obsesivamente el hallazgo (visual) pistonudo que sorprenda y arrebate.
Todo esto provoca morosidad, frialdad inane, desinterés y desapego. Una distancia gélida que nada dice, que poco aporta, que solo incide en el evidente talento formal del autor.
Un fracaso desolado.
Muy en el fondo, detrás de la excusa macabra, se atisba una China glacialmente sórdida, triste y enferma. También asoma un retrato líricamente feroz sobre la desconexión y el desconcierto.
Historia contada a hachazos, sin fluidez ni sentido. Trata de hacer un fresco a través de una investigación criminal; juega con el tiempo y los espacios, pero le pierde la vacuidad barroca, la pose innecesaria.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Dos personajes principales.
Policía patán y chabacano, taciturno y mequetrefe, investiga durante varios años una serie de crímenes escabrosos.
Mantis religiosa bobalicona y muermo se dedica al muere con fruición libidinosa, porque sí, a lo que salga.
Es un recurso habitual entre los muy vanguardistas/formalistas/experimentalistas vestir la nada ambiciosa y desbaratada con generosas truculencias, a ser posible con muchos muertos y asesinos impíos.
Bellamente artificiosa, recargada y hueca.
Policía patán y chabacano, taciturno y mequetrefe, investiga durante varios años una serie de crímenes escabrosos.
Mantis religiosa bobalicona y muermo se dedica al muere con fruición libidinosa, porque sí, a lo que salga.
Es un recurso habitual entre los muy vanguardistas/formalistas/experimentalistas vestir la nada ambiciosa y desbaratada con generosas truculencias, a ser posible con muchos muertos y asesinos impíos.
Bellamente artificiosa, recargada y hueca.