¿Quién me lo iba a decir?. Que a estas alturas de mis películas uno iba a disfrutar con un slasher. Hace ya mucho, mucho tiempo que el terror de sustos rutinarios y sobre todo gore dejó de interesarme, aunque reconozco que algunos títulos de la nueva ola de terror, que consideran este como un medio y no como un fin, han vuelto a captar mi interés por un género clásico de la historia del cine. La productora A24 se está especializando en este nuevo resurgimiento de un terror con más pretensiones que el de solo asustarnos.

"X", escueto título que hace alusión a la clasificación que en un momento dado se les dio a las películas pornográficas esta muy bien dirigida con un montaje sobresaliente que nos permite degustar cada escena, casi cada plano en los que su director el estadounidense Ti West cuida y mima cada detalle y maneja los tiempos y la cámara con precisión de cirujano. No reniega en absoluto de los clichés, pero los acota y los utiliza con rapidez y rotundidad sin alargar un segundo más de lo necesario. La puesta en escena, las interpretaciones del elenco y la bso hacen piña con un resultado sobresaliente.

Ti West, del que desconozco su anterior obra en cine y tv, firma un guion que no descuida los diálogos, se asoma a la Norteamérica profunda  y conjuga el homenaje al cine independiente de los 70, al género slasher y al propio cine en un ejercicio de metaficción donde reivindica que se puede hacer, como es el caso, buen cine independientemente del género que se elija. La fotografía de Eliot Rockett exprime cada situación con un manejo dramático del color notable. La labor del departamento de maquillaje obra un auténtico milagro al permitir que la actriz Mia Goth pueda desdoblarse en dos personajes convirtiéndola en una anciana más que inquietante.

Hacerse viejo en general y según en que condiciones en particular, es una putada. Las pulsiones siguen estando ahí pero el cuerpo ya no responde y la frustración va acumulando sedimentos en una mente que se cortocircuita cada vez más y donde las válvulas de la violencia siempre están dispuestas a abrirse.

No quiero terminar sin elogiar esas escenas en que con un dialogo brillante se pone de manifiesto la hipocresía que enmascara una concepción machista, la libertad de la mujer a elegir y tomar sus propias decisiones y la utilización a la postre interesada de ello.

Todo ello en una película slasher. ¿Quién me lo iba a decir.?

P.D.: Hay precuela y secuela. Ojalá que el nivel no decaiga.

cineziete