A excepción del director de fotografía, el equipo "contratante de la primera parte es el equipo contratante de la segunda parte" que diría Groucho. Cuatro años después y con un Denzel rozando la edad de jubilación en plena forma, vuelve a barajar palos y ayudar a los más necesitados bajo la piel de Robert Mc Call un justiciero ex marine y ex ciatico (de la CÍA) que intenta purgar sus pecados pasados purgando a los que pecan en el presente. Ya no pone anuncios en el periódico como en la serie de tv original de los 80 para encontrar "clientes", ahora conduce para Lyft y ya se sabe que en "los taxis" se conoce a mucha gente. El caso es que estando oficialmente muerto y sin cobrar honorarios, ¿de donde saca, pa tanto como destaca". No sé si los chóferes de Lyft admiten propinas.

El binomio Fuqua / Whashington sigue funcionando en taquilla y parece que ambos están a gusto. El personaje y la peli ya la hemos visto muchas veces. Denzel la sostiene y Fuqua compone un thriller de acción apañado donde trufa algo de reposo y diálogos moralizantes que a la crítica especializada no parecen hacerles mucha gracia. A mi me vale, más allá de que este superhéroe sin capa ni calzoncillos por fuera pueda mandar un mensaje peligroso para aquellos que pudieran querer tomarse la justicia por su mano. Señoras y señores esto es ficción y como dirían los romanos: "Dura lex, sed lex". (La ley es dura pero es ley).

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