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España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
10
8,4
4.102
Documental "Shoah" ("aniquilación" en lengua hebrea) es una revisión de la memoria del Holocausto en primera persona. Las víctimas, los testigos, todos aquellos que vivieron el horror y pueden, obligándose a recordar, devolver al presente una realidad que no debe caer en el olvido. (FILMAFFINITY)
5 de abril de 2019
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
El documental del recientemente fallecido director francés Claude Lanzmann (1925-2018) transciende por su contenido cualquier consideración de tipo artístico o de realización. De padre judío, este ateo confeso, luchador de la resistencia francesa y pareja de Simón de Beauvoir del 52 al 59 empezó su carrera cinematográfica a los 45 años. Dedicó once íntegramente a esta su obra maestra.

Lanzmann en cierto modo revierte el dicho de: “una imagen vale más que mil palabras”, Aquí las palabras ganan el pulso a las imágenes por mucho que estas sean evocadoras y nos trasladen al lugar donde ocurrieron los hechos inenarrables que aquí afloran como la punta de un inmenso iceberg de la boca de auténticos protagonistas de los mismos, durante “apenas” nueve hora y media. Y aunque nunca serán suficientes para hacer justicia, sobrecogen el corazón y el alma de cualquier persona de bien.

Estructurada en dos partes, el holocausto (Shoah) que aún hoy algunos matizan o se niegan a creer, se centra en el exterminio del pueblo judío (no fueron los únicos evidentemente) en los campos que a tal efecto el gobierno nazi creó en territorio polaco. Un país ocupado ciertamente pero que por otra parte dado su carácter ultracatólico era más proclive a mirar para otro lado ante lo que ocurría ante sus ojos y oídos. La magnifica “Ida” (2013) del polaco Pawel Pawlikowski pone el dedo en la llaga sobre ello al igual que lo hace Lanzmann. El pueblo judío a lo largo de su historia fue siempre el modelo de chivo expiatorio, siempre necesario para descargar las culpas de todos los males, el pueblo “elegido” no ya por Dios, sino por el hombre para desviar sus culpas. Relegados por obligación a trabajos artesanos y de baja consideración social supieron hacer de estos su riqueza material cosa que nunca se les perdonó. De hecho el cine, algo considerado en principio para las clases bajas, creció y se desarrolló como industria bajo su dirección básicamente. Así que ir contra este pueblo de religión enquistada y endémica siempre traia aparejado robarles sus riquezas. Nuestro Reyes Católicos sabían algo de eso. La Alemania nazi culminó un proceso de siglos y siglos llevando sus consecuencias hasta una “solución final”: su exterminio. Y lo hizo de forma sistemática, burocratizada y hasta casi diría que banal. Con eficiencia germana. El exterminio vino pues no de un pueblo bárbaro, inculto y poco desarrollado, sino del mismo gérmen de la Europa heredera del legado occidental greco-latino, para vergüenza y escarnio de todos nosotros.

“Paseamos” por Treblinka o Auswicht entre otros lugares del horror de la mano de aquellos sobrevivientes que pueden contar lo que allí ocurría. En la segunda parte esto se hace extensivo al ghetto de Varsovia, ciudad donde la vida cotidiana transcurría con “normalidad” al mismo tiempo que miles de judíos morían de hambre y enfermedades como molestos vecinos encerrados en un barrio amurallado. Los testimonios son estremecedores, tanto de judíos, población polaca y un par de alemanes que ocuparon cargos tanto en los campos como en el ghetto. Sería muy extenso hablar de todo lo que nos propone este documental, más allá de los hechos en sí. Las reflexiones sobre hasta donde puede llegar el miedo y la maldad humana son para llenar volúmenes sesudos.

Lanzmann nos recuerda que ocurrió, que fue real, que pasó hace tan solo 75 años, que se puede repetir, que de hecho se ha repetido en otras partes del mundo y sigue repitiéndose bajo otros aspectos formales. Da mucho miedo.

cineziete.wordpress.com
ELZIETE
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