Mary Crain es una joven y apuesta mujer que desea irse a vivir con su amante y llevar una vida normal. Pero el dinero es el gran obstáculo por diferentes motivos.
Un día, sin comerlo ni beberlo, llegan a su poder 40.000€, que supuestamente ella debía ir al banco a por un cheque por dicho monto. Pero sus deseos le pueden y se escapa con el dinero.
Ella está francamente inquieta debido al robo, y tiene un par de desencuentros con la policía francamente tensos (que gran atmósfera se crea).
Finalmente se pierde y decide descansar en un motel por el que nunca hay nadie. El dueño del motel es Norman Bates, un hombre solitario al que le gusta vivir allí. Parece normal, aunque tenga alguna costumbre extraña.
De pronto, mientras Mary se ducha en el hotel, alguien la mata a cuchillazos y tira su cuerpo y su coche a un pantano.
A partir de ahí se desencadena una ágil sucesión de acciones por saber donde está Mary y donde está el dinero.
Un detective sigue los pasos de Mary y se va para el patio de los callaitos.
Son la hermana de ésta y su amante los que deciden ir en su búsqueda tras la desaparición de Mary y el detective, y son ellos los que descubren que el asesino es Norman Bates, que posee doble personalidad (la suya y la de su madre) y que ya mató a su propia madre y a su novio hace diez años.

La escena de la ducha, como todos saben, es uno de los clásicos del cine.