Si tienes la suerte como yo de que el primer capítulo que veas sea el episodio 5, ya sobran las palabras; porque la serie te atrapará.

La serie trata de Espartaco, la sobada historia de este esclavo que "compró" su libertad y que en su ascenso desafió Roma pasando por el "oficio" de Gladiador donde sobrevivió a cruentas batallas en los escenarios más emblemáticos de Roma.

Se puede decir que la serie en estado fílmico es una mezcla entre Gladiator, es evidente, y 300 por el vestuario y el uso del croma, que es esa técnica donde se coloca una pantalla de un color en concreto detrás de la escena para poder determinar un fondo de cualquier paisaje mediante ordenador y así ahorrarse unas "perrillas" en costosos escenarios.

La escenas de las batallas son puras sangrías y los desmembramientos es una aspecto que a través de que pasan los episodios ya es algo familiar. Es una serie cruel, sexo explícito, miembros masculinos al viento, mujeres con escasos trapos, sangre y extremidades sueltas por doquier, sodomía, esclavitud exagerada, luchar por quien es más macho, diálogos de zorras y lo que más me preocupa es que hay una historia bien construida y hay cambios de guión inesperados.

De actores más o menos emblemáticos entre tanto desconocido he de hacer mención a la guapa Lucy Lawless "Xena, la princesa guerrera, John Hannah el gracioso del film aventurero de la Momia y Peter Mensah, sí ni papa, pero es el negro que lanzan primero al foso en la película 300.

Se ha terminado la primera temporada encarnizada por el desconocido Andy Whitfield y ahora ya se emite la segunda temporada por el canal Starz de USA pero es una precuela de la primera temporada ya que por desgracia el actor que encarniza a Espartaco le ha sido diagnosticado un cáncer y está en fase de tratamiento.

Spartacus no te dejará indiferente ya sea para bien o para mal. Para mí, para bien.