Delirio visual extremo del brillante creador Jodorowsky.
De un sublimado simbolismo, tan complejo como indescifrable, acompañado de una fuerza visual insólita, grotesca, sexual y, artísticamente majestuosa (incorporando un ideario expresivo plástico, escultórico, pictórico, tecnológico y, de maquillaje y vestuario únicos (bestiario incluido), nunca antes vistos).
La profundidad de su argumento surrealista y experimental abarca múltiples aspectos, tratados desde la óptica de un viaje iniciático de un aprendiz (ladrón y falso profeta) que, con ayuda de un alquimista sabio, deberá alcanzar un status de mayor sapiencia (buscando la montaña sagrada), necesaria para mejorar el mundo junto a otros mortales (dioses planetarios corruptos), simbolizando una gran crítica a Occidente y sus miserias (abusos en la fe y falsedad religiosa, armamento y guerras, vanidad, lujuria y sexo, drogas, manipulación educativa, colonialismo genocida, capitalismo, control demográfico, control policial, masacres, especulación inmobiliaria, etc.)